En Latinoamérica el avance de los evangelistas, no tienen límites.Es tal la desesperación de la gente, el abandono de seguridades sociales, los bajos ingresos y la falta de oportunidades para tantos millones de personas, que buscan desesperadamente un consuelo en la religión. Este avance se obtiene a costa de la religión católica que cada vez es más elitista y de inclinación política hacia la derecha, una vez que acabó con los curas obreros y la de la liberación comenzó a declinar rápidamente y eso irá a más. Las personas creyentes, en todas las religiones, son mayoritariamente personas pobres, con todas las carencias que esto implica. Con las personas un poco más informadas, la cosa no es diferente, pues ya están más informados sobre la colaboración de la iglesia, con militares y tiranos de todo pelaje.
Las religiones emergentes aumenta el numero de fieles, no porque su mensaje muy diferente sino porque la cercanía del pastor es mayor, son por definirlo de manera sencilla, "pequeñas familias", pequeños grupos de personas entorno a un líder, lo que le permite a él una mayor asistencia, digamos que es una religión "más personalizada".
No estoy de acuerdo con ninguna religión, pero debo reconocer que cumplen una función social, la gente no resiste la dureza de una vida terrenal y cotidiana y necesita un aliciente a futuro, aunque los paraísos estén más allá de la muerte, pero al menos de momento, alguien les da un sentido de pertenencia y los cobija con su supuesta amistad y les ayuda a buscar una paz que desconocían.
Como el pastor encara su función como un trabajo, improvisa varias funciones, de psicólogo, de asistente social, de bolsa de trabajo, en fin, representa a un amigo cercano y eso, más la amplia oferta de religiones a la medida, hacen que crezcan sin parar.
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