Rajoy y el PP, serán recordados como beneficiarios de la independencia catalana.

Todo se puede entender y hasta perdonar pues nadie nace sabiendo como dirigir un país y es lógico que se cometan errores. Pero jamás la fuerza y la violencia. Presidir un país es como ser padre, algo muy dificil que no se estudia ni tiene reglas definidas y uno debe ir tomando decisiones en el camino e incluso moderando o adaptando esas decisiones de acuerdo a cada hijo, pues todos son diferentes. El problema es cuando la imbecilidad del padre quiere imponer a todos los hijos la misma receta y basada en un principio de autoritarismo, y no de una autoridad ganada por razones y hechos. El problema del gobierno de Rajoy son los conceptos e ideas que traen en su ADN franquista, que es parte, incluso, de su educación a nivel personal, siguen sosteniendo, con los años principios caducos, como por ejemplo..."letra con sangre entra"..."sino se comporta dale un cachete" (de hecho Rajoy le dio a su hijo de diez años una colleja que se hizo viral, porque el niño dijo algo inconveniente, según su paternal entender)...¡en mi casa mando yo!...¡mía o de nadie!.. ¡tu te callas!. Lo de no usar la fuerza y convencer, pactar, escuchar y hacer política, que al fin y al cabo es lo que se espera de un político, no va con Rajoy, ni con muchos de su entorno. Con mayorías parlamentarias son mucho peor, porque se sienten a gusto, por un tiempo disfrutan siendo pequeños dictadores legitimados por las urnas, pero... como en la vida familiar, siempre aparece un hijo/a rebelde, alguien que le planta cara a esos padres autoritarios que tienen el poder y las cosas super-claras..Y apareció Cataluña, que si usted quiere pensar que no es una hija muy correcta, o quizás alocada o soñadora, interesada o maliciosa, si usted quiere pensar eso, yo se lo acepto como hipótesis, pues esto no desmerece la prepotencia del gobierno, ni la mediocridad política de sus componentes. Al PP le dio demasiados buenos frutos su educación aunque hoy parece que están un poco viejunos, desfazados, como de otro siglo. Sin embargo aún tiene sus seguidores que siguen convencidos que ¡palos son amores! y que "el que manda... manda y el que no, que se aguante". Por lo tanto hay otra vez, y como siempre, pero mas alejadas que nunca ¡dos Españas!. Una que apuesta por la convivencia acordada por los pactos y basada en la igualdad, y otra que sigue pensando que Franco tenía razón. ... ¡esto es lo que hay y sino te gusta te callas!. José Trillo Arán.