La variedad de "sanciones comerciales" de EEUU también incluye silenciar voces que no encajen en el sistema "democrático" de nuestro occidente libre. Así, eligiendo las voces amigas y silenciando a los enemigos, se puede seguir manteniendo en la ignorancia a los pueblos. Sin voces discordantes que desmientan o muestren otras alternativas, aquello de la globalización y el pensamiento único se impone una vez más. Los métodos de eliminación de medios son muchos, en este caso se utilizó uno muy usado..."no se respetaron las normas". Acallar las voces disidentes es algo normal, a veces matando periodistas o quemando editoriales como pasa en México, o como en España, persiguiéndolos y ahogandolos a través de Hacienda, creando falsos conflictos laborales dentro de esos medios, o a través de los bancos que les niegan préstamos o la refinanciación de pagos aprovechando los malos momentos económicos de muchas empresas. Todo vale para acallar voces "enemigas", por eso no es de extrañarse que diarios otrora más o menos libres o de una tendencia política definida cambien su postura, como sucede, por ejemplo, con el diario El País, de España, que con el transcurso de los años se convirtió en un vocero (disimulado y con estilo suave) de un portavoz de la derecha española, aunque muchos sigan sosteniendo que es de izquierdas. Todo vale para que se logre una sola visión de la realidad...¡la que quiere el "occidente libre y democrático"!... todo vale para que tu no puedas ni comparar, ni pensar. Mientras tanto los medios de comunicación siguen aquella premisa de mentir y mentir que algo queda (calumnien con audacia, siempre algo queda”) una frase que aún no se sabe a ciencia cierta quien la pronunció primero, si fue Medion de Larisa, un consejero de Alejandro Magno que aconsejaba "siembren confiadamente la
calumnia, muerdan con ella, que cuando la gente
hubiera curado su llaga, siempre quedaría la cicatriz, o Rouseau..."Por más grosera que sea una mentira, señores, no teman, no dejen de
calumniar. Aun después de que el acusado la haya desmentido, ya se habrá
hecho la llaga, y aunque sanase, siempre quedará la cicatriz”, no se quien la dijo, pero lo que si se es que no perdió vigencia y nos sigue haciendo mucho daño.
José Trillo Arán.
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