lunes, 23 de abril de 2018
España se deteriora a paso firme.
La degradación es como el cáncer, silencioso e indoloro al principio, pero a menudo fatal cuando toma fuerza e imparable cuando se ramifica. Este seria un ejemplo tajante de lo que está pasando en España con este gobierno al frente. Los síntomas son claros, se recortan libertades, se apalea, se multa o se encarcela a todo aquel que levante la voz y que se apunte a la protesta, en cualquiera de sus formas.
El gobierno actual, sin anunciarlo, intenta expandir a toda la geografía el artículo 155 que se implantó en Cataluña. Hoy tenemos presos políticos, artistas que cantan canciones contra la monarquía, gente multada o encarcelada por no compartír o amar a sus majestades, tenemos policías que obligan a la gente a quitarse una camiseta amarilla a la entrada de un estadio de fútbol, porque el amarillo es el color elegido por los independentistas catalanes, porque este gobierno "no se la banca", como dicen en Argentina, "no tienen aguante", no bancar es no soportar y en este caso el gobierno no soporta ninguna crítica, no aguantan, no digieren ninguna idea que sea diferente a las suyas.
Y cuando no son garrotazos disimulados y ocultos a las cámaras de televisión, son multas en efectivo, que para mucha gente son impagables, cuando no los miserables y alcahuetes jueces de una justicia politizada encarcelan a esos ciudadanos "anti-sistema" a los que no dudan en acusar de ¡terroristas!. La ley anti-terrorista da para todo y se aplica justamente en un país donde el terrorismo es historia, pues en la realidad, ese problema no lo tenemos hoy.
En estos últimos años se descubrió que el gobierno del PP no solo fracasó en lo ecónomico sino que se dedicó a la estafa programada, a mentir sin sonrrojarse, e hizo de la corrupción una virtud, no solo en los hechos sino reforzando la vieja idea de que" todos roban", que "es algo individual", que "es parte de la condición humana", que son "solo unas manzanas podridas entre miles".
En el plano económico el descaro es total, ya ni la vergüenza, aunque esta sea solo como mensaje obligado los frena, podemos escuchar frases como que hay que elevar los años de trabajo más allá de los 67 años, porque el sistema de pensiones es inviable, que la gente con sueldos miserables deben ahorrar o contratar una jubilación privada, que los jóvenes sin trabajo deben emigrar para obtener experiencia y conocer mundo, que era lógico y necesario rescatar empresas privadas con miles y miles de euros, "para preservar los puestos de trabajo", incluso podemos escuchar frases de los socios del gobierno (Ciudadanos) que en boca de su lider Albert Rivera dijo sin inmutarse "a mi no me importa la gente, me importa España"... ¿Quien será España para este señor?, pero cuando muchos españoles no se espantan y reaccionan, la lengua de estos fulanos se atreve a más, y como esta es la continuidad del pensamiento, se afirman más y más en sus ideas y pasan a la acción. "Los jubilados españoles deberían estar agradecidos a este gobierno", dijo el señor Hernando y creo que hasta lo cree de verdad.
El que miente constantemente es un enfermo mental, sufre una patología que se denomina Mitomanía.
¿El que cree ese rosario de mentiras como se llamará? ¿Crédulo?.¿cómplice? ¿o algo peor?.
En está España están emergiendo muchas semillas que enconchadas esperaban el tiempo adecuado para rebrotar y ah
í están... rebosantes de ideología franquista.
España se deteriora a paso firme, solo habrá que esperar que las reservas de ética, honradez, amor por la ciudadanía y por las generaciones futuras, cambien este rumbo.
José Trillo Aran.
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