Aumenta la soledad en la vejez, es preocupante, pero es casi un resultado lógico del modo de vida actual, principalmente en las grandes ciudades donde con mayor rapidez se pierden las costumbres e incluso los valores éticos y la sensibilidad humana.
El lamentable olvido de los ancianos puede deberse a la suma de muchas causas que a veces no vemos venir y que cuando las descubrimos, ya es tarde, porque somos parte de ellas, nos cuesta detectarlas porque sin darnos cuenta estamos inmersos en un actividad que no quisimos, pero aceptamos sin chistar, o por no patalear lo suficiente, y muchas veces, con una denigrante cobardía, o tal vez por una enfermiza y contagiosa ausencia de pensamiento libre. Una de ellas es la entrega de nuestra alma al Dios dinero, caímos en la trampa de una educación intencionada donde nuestro tiempo debe convertirse en dinero..."Time es money" dijo don Benjamín Franklin y allí fuimos todos detrás de esa consigna....porque don Benjamín, o no era tan sabio como parece, o no le interesó darle vuelta a la frase..."Money is not time" y la persecución de la money se llevó el tiempo de la familia, de los amigos, de la charla, de la reunión familiar, de la observación, de la meditación, incluso de sopesar que somos simples transeúntes de la vida, y que aunque uno crea en un mas allá, no se podrá recuperar lo perdido aquí.
En las grandes ciudades no hay tiempo que perder, la lucha es mucha porque la competencia es feroz, no hay tiempo ni para disfrutar de la nitidez de un amanecer, antes que lo difumine la contaminación.
En las grandes ciudades solemos insensibilizarnos mas que en los pueblos, no es raro ver a una persona herida, o atacada, y que unos por cobardía y otros por un calculado "egoísmo inteligente", no actúan para evitar posibles problemas.
En las grandes ciudades las viviendas suelen ser pequeñas y no queda espacio para los abuelos, tampoco hay tiempo para atenderlos e internet los reemplaza como para seguir necesitando de sus datos y conocimientos. Es bueno aclarar, que en épocas de crisis, los viejos no son tanta molestia, pues colaboran con sus pensiones a mantener a la familia.
No es mi intención ser radical, y debo recordar que aún, por suerte, quedan personas que hacen sacrificios sobre humanos para atender a los abuelos, pero, lamentablemente, la tendencia es que esta gente tan valiosa tiende a desaparecer, tal vez ni siquiera sea por falta de cariño, sino porque los atropellan las circunstancias.
En las grandes ciudades hay geriátricos para depositar viejos y muchos familiares esperan que estando acompañados, de otros como ellos, no sientan la soledad y que además estén bien atendidos. Pero si esos viejos no habían sentido la soledad, la sentirán en el geriátrico... porque la soledad no desaparece por estar rodeado de personas, sino por la cercanía de alguien que te quiera.
Son muchas las causas de la soledad en la vejez, y estoy seguro que los lectores de este blog, podrían señalar muchas más.
Pero, a mi, hay dos causas que me preocupan sobre manera y que son una conquista maligna del sistema en que vivimos, que no solo afecta a los viejos, sino a todo la sociedad.
Uno: Que todo se asocie a la belleza joven, desde la venta de un auto, hasta la de un tampón, desde el aceite de oliva, hasta la de un chocolate. Un cuerpo hermoso y saludable de un/a joven puede ser sinónimo de éxito y una herramienta eficaz, incluso para vender un plan de pensiones, (cuanto antes compres el plan de pensiones mejor para los bancos). El mensaje es terrible porque penetra en nuestro sub-consciente, el hecho de que solo hay que ser joven, saludable y bien parecido....te dice en silencio...¡enterate!... ¡sino eres joven no sirves ni para encender la luz!.. a menos que si no es tan viejo/a se someta a las tantas ofertas de cirugía y dietas, en ese caso, todavía pueden tener esperanza.
Dos: Este punto es el más degradante para la condición de la persona y de cual somos todos culpables a partes iguales, y es, nada menos ni nada más, que el habernos convertidos en " trabajadores y consumidores, full time". Y la ecuasión es sencilla, a mas cosas, mas horas de trabajo para conseguirlas.
No es necesario ser de derechas o de izquierdas para entender que se trabajan muchas horas diarias, y que, además, estamos convencidos de que debemos comprar y comprar y comprar, para sentirnos alguien o satisfechos con todas las cosas que tenemos. Esto nos llevó a volver a ser esclavos de un modo más moderno, ya no nos obligan a trabajar a latigazos en el lomo, ahora nos convencen y nos dejamos convencer de que es necesario, porque no es posible o "viable"(como les gusta decir a los economistas y empresarios), el hecho de vivir con menos horas de trabajo, "no es saludable para el sistema", puede ser que sea cierto, pero tampoco es saludable para las personas, ni para los hijos que apenas ven a sus padres y mucho menos para los abuelos, que ven que después de toda una vida de trabajo, ya no son ni trabajadores ni consumidores. Sino se sentían solos, seguramente se sentirán que ya no sirven en esta sociedad y puede que se encierren en un dolor silencioso, que se parece mucho a la soledad.
Así como hay muchos actos de amor o pretextos para matar, debe haber diferentes tipos de soledad, me voy a referir para cerrar esto, con una idea, quizás sin fundamento ya que no me informé sobre ello, por lo tanto, tomelo solo como el producto de una "intuición" de mi parte. Imagino que muchos ancianos se refugiarán, buscarán o desearán la soledad. Ante la llegada de lo inminente tal vez necesiten alejarse poco a poco de la vida, imagino que a muchos, los ayudará el hartazgo de ver como la vida repite en las nuevas generaciones lo que ellos ya han vivido, o quizás en un acto de amor intenten alejarse de los suyos para que sea menos duro el adiós, pero, como ya dije antes, debe haber muchos tipos de soledad.
José Trillo Arán.
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