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La derecha global contra Ecuador y Venezuela
En los inicios del mes de abril de 2017, días después del
triunfo electoral del candidato a la presidencia del Ecuador, por la
Alianza PAIS, Lenín Moreno, se pone en evidencia -de nueva cuenta- que
hay una ofensiva informativa de la derecha global. En efecto, previo al
cierre de las elecciones presidenciales en ese país sudamericano, los
medios de información monopólicos, resaltaban que el candidato Guillermo
Lasso-representante de los sectores neoconservadores y neoliberales
ecuatorianos- era el triunfador. Se quería dar por hecho,forzando a la
opinión pública, el triunfo del candidato de las derechas en la segunda
vuelta. Así lo resaltaba la encuestadora Cedatos divulgada por diversos
medios ecuatorianos anticorreístas.En palabras del lenguaje político
mexicano, se pretendía “dar un madruguete”.
Evidentemente, la jugada fue desbaratada por la
contundencia de los hechos y el manejo informativo que el Consejo
Nacional Electoral (CNE) con toda firmeza realizó. Esto es, que dicho
Consejo era la única instancia legalmente facultada para dar los
resultados oficiales. Así, alrededor de las ocho treinta de la noche del
2/04/17, el presidente del CNE, Juan Pablo Pozo, informaba que con un
95.5% de los votos escrutados,el candidato de Alianza PAÍS, Lenín
Moreno,resultaba ganador con un 51.11%. En esa jornada electoral, de un
total de 12 millones 800 mil electores, acudieron a las urnas 9 millones
440 mil ecuatorianos. Esto significa que la mayoría legitimaba con su
voto la victoria electoral del candidato y el partido de las fuerzas
progresistas. De esta manera, la derecha global sufría una nueva derrota
en el escenario latinoamericano.
En los días anteriores a este proceso electoral, esas fuerzas políticas, también mostraban su beligerancia al impulsar una fuerte ofensiva diplomática contra el gobierno constitucional de Venezuela. Uno de los actores principales de esa campaña fue Luis Almagro, Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), también identificada como el Ministerio de las Colonias, de acuerdo a algunos analistas que así la han identificado. Es el caso de Sergio Martín-Carrillo y Crismar Lujano, quienes señalan:
“La OEA está actualmente integrada por 35 países. Decir que está dirigida por los Estados Unidos no resulta un brindis a la retórica anti-imperialista. No hay más que ver su financiamiento para entender de modo claro a quién obedece y para quién trabaja. Estados Unidos financia el 80% del presupuesto del Sistema Interamericano de Derechos Humanos , que se ha convertido en los últimos años en la principal punta de lanza contra el gobierno democrático de Venezuela. Por otro lado, es la Secretaría General de la OEA la encargada de preparar el programa anual para la asignación de fondos a cada uno de los ejes temáticos de la institución. Es aquí donde se determina el poder de cada Estado sobre la Secretaría General, que se basa en cuotas ligadas a las asignaciones de cada uno de los miembros. En 2015, Estados Unidos financió con 2 mil millones de dólares, lo que representó el 52% del total de su presupuesto. Queda claro, por tanto, a quién debe obedecer el Secretario General Luis Almagro” (http://www.celag.org/la-oea-ministerio-de-las-colonias/).
Pensemos que Almagro tiene el compromiso delanzar reiteradamente ataques diplomáticos contra el gobierno bolivariano y seguramente, lo hará contra otros gobiernos progresistas latinoamericanos, que obstaculicen los planes intervencionistas de esa derecha global. Tal como aconteció en la reunión de la OEA del pasado viernes 31 de marzo, en donde se solicitó por conducto del Secretario General de esa entidad, la aplicación de la Carta Democrática, cuyo objetivo era suspender a Venezuela como país miembro. Situación muy semejante a la de hace 55 años, cuando se expulsó a Cuba de dicho organismo continental. Asimismo, destaca la nueva política exterior neoconservadora del gobierno mexicano, que hoy pone mayor atención a la región latinoamericana. Luis Alfonso de Alba Góngora, embajador del gobierno mexicano en la OEA, en un tono injerencista y pretendiendo quedar bien con Washington, propuso el pasado jueves 23 de marzo durante su intervención en la Sesión Extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA, y liderando a 15 países de la región, una Declaración sobre el caso de Venezuela. El diplomático, haciéndole el juego a Almagro y a la derecha global, esgrimieron que es necesario la excarcelación de los llamados “presos políticos”y realizar un calendario electoral para la celebración de las elecciones regionales pospuestas, entre otras propuestas. “Medidas que consideramos indispensables para reconstruir la confianza y avanzar hacia una autentica negociación que permita la restitución de los valores democráticos y la plena participación de todos los venezolanos en la definición de su futuro” (http://www.elfinanciero.com.mx/nacional/mexico-propone-ante-la-oea-analizar-situacion-de-venezuela-mensualmente.html).
Sin duda, esta serie de maniobras, alentadas por las políticas del imperio, seguirán en pie, a pesar de ser reiteradamente derrotadas. Recordemos lo que reflexionaba el apóstol cubano José Martí, en su ensayo capital“Nuestra América”:
“El tigre, espantado del fogonazo, vuelve de noche al lugar de la presa. Muere echando llamas por los ojos y con las zarpas al aire. No se le oye venir, sino que viene con zarpas de terciopelo. Cuando la presa despierta, tiene al tigre encima (…) El tigre espera, detrás de cada árbol,acurrucado en cada esquina. Morirá, con las zarpas al aire, echando llamas por los ojos.”
En los días anteriores a este proceso electoral, esas fuerzas políticas, también mostraban su beligerancia al impulsar una fuerte ofensiva diplomática contra el gobierno constitucional de Venezuela. Uno de los actores principales de esa campaña fue Luis Almagro, Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), también identificada como el Ministerio de las Colonias, de acuerdo a algunos analistas que así la han identificado. Es el caso de Sergio Martín-Carrillo y Crismar Lujano, quienes señalan:
“La OEA está actualmente integrada por 35 países. Decir que está dirigida por los Estados Unidos no resulta un brindis a la retórica anti-imperialista. No hay más que ver su financiamiento para entender de modo claro a quién obedece y para quién trabaja. Estados Unidos financia el 80% del presupuesto del Sistema Interamericano de Derechos Humanos , que se ha convertido en los últimos años en la principal punta de lanza contra el gobierno democrático de Venezuela. Por otro lado, es la Secretaría General de la OEA la encargada de preparar el programa anual para la asignación de fondos a cada uno de los ejes temáticos de la institución. Es aquí donde se determina el poder de cada Estado sobre la Secretaría General, que se basa en cuotas ligadas a las asignaciones de cada uno de los miembros. En 2015, Estados Unidos financió con 2 mil millones de dólares, lo que representó el 52% del total de su presupuesto. Queda claro, por tanto, a quién debe obedecer el Secretario General Luis Almagro” (http://www.celag.org/la-oea-ministerio-de-las-colonias/).
Pensemos que Almagro tiene el compromiso delanzar reiteradamente ataques diplomáticos contra el gobierno bolivariano y seguramente, lo hará contra otros gobiernos progresistas latinoamericanos, que obstaculicen los planes intervencionistas de esa derecha global. Tal como aconteció en la reunión de la OEA del pasado viernes 31 de marzo, en donde se solicitó por conducto del Secretario General de esa entidad, la aplicación de la Carta Democrática, cuyo objetivo era suspender a Venezuela como país miembro. Situación muy semejante a la de hace 55 años, cuando se expulsó a Cuba de dicho organismo continental. Asimismo, destaca la nueva política exterior neoconservadora del gobierno mexicano, que hoy pone mayor atención a la región latinoamericana. Luis Alfonso de Alba Góngora, embajador del gobierno mexicano en la OEA, en un tono injerencista y pretendiendo quedar bien con Washington, propuso el pasado jueves 23 de marzo durante su intervención en la Sesión Extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA, y liderando a 15 países de la región, una Declaración sobre el caso de Venezuela. El diplomático, haciéndole el juego a Almagro y a la derecha global, esgrimieron que es necesario la excarcelación de los llamados “presos políticos”y realizar un calendario electoral para la celebración de las elecciones regionales pospuestas, entre otras propuestas. “Medidas que consideramos indispensables para reconstruir la confianza y avanzar hacia una autentica negociación que permita la restitución de los valores democráticos y la plena participación de todos los venezolanos en la definición de su futuro” (http://www.elfinanciero.com.mx/nacional/mexico-propone-ante-la-oea-analizar-situacion-de-venezuela-mensualmente.html).
Sin duda, esta serie de maniobras, alentadas por las políticas del imperio, seguirán en pie, a pesar de ser reiteradamente derrotadas. Recordemos lo que reflexionaba el apóstol cubano José Martí, en su ensayo capital“Nuestra América”:
“El tigre, espantado del fogonazo, vuelve de noche al lugar de la presa. Muere echando llamas por los ojos y con las zarpas al aire. No se le oye venir, sino que viene con zarpas de terciopelo. Cuando la presa despierta, tiene al tigre encima (…) El tigre espera, detrás de cada árbol,acurrucado en cada esquina. Morirá, con las zarpas al aire, echando llamas por los ojos.”
Perfil del Bloguero
Adalberto Santanawww.telesurtv.net/staff/asantana
Nació en la ciudad de
México, es Doctor en Estudios Latinoamericanos e investigador titular
del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC)
de la UNAM. Entre sus libros figuran: El pensamiento de Francisco
Morazán (1992, 2000, 2003 y 2007); El narcotráfico en América Latina
(2004 y 2008), Minorías sociales en América Latina (1914) . Recibió
Mención Premio Casa de las América 2003.
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