Manuel Belgrano, creo la bandera argentina con los colores de la monarquia española.

 
 
Belgrano redactó además un moderno reglamento para estas escuelas que decía, por ejemplo, en su artículo primero que...

 "el maestro de escuela debe ser bien remunerado por ser su tarea de las más importantes de las que se puedan ejercer". (Manuel Belgrano).

Hoy 20 de junio los argentinos conmemoran el día de la bandera, creada por don Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano y Gonzalez, al que seguramente y por causa de tan extravagante nombre supongo que los íntimos lo llamarían "Manu", Manolo, Lolo, o algo por estilo pues de lo contrarió no lo invitarían ni a almorzar sin la anticipación adecuada, para que no sea le hiciera tarde. El caso es Manuel Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano y Gonzalez fue un niño aplicado, de buena cuna y extraordinariamente religioso, y la historia no nos cuenta rebeldías de niñez o juventud, dignas de destacar. 
Con los años y como todos españoles nacidos en las colonias y de buena familia, (léase de poder económico y católico) fue enviado a la Metrópolis para estudiar. Lo hizo en Zaragoza y Valladolid y la famosa Salamanca le aumentó lo que natura le había dado. El caso es que Manolo, al que llamaremos así, para abreviar, resultó un buen estudiante y se ganó el favor de los más importantes curas, lo que le permitió, tener acceso a ciertos libros catalogados como secretos en las lúgubres bibliotecas exclusivas. La historia oficial, y todas las que leí, coinciden en que era un muchacho de un trato exquisito, cordial, ilustrado, y con fuertes principios religiosos, esto, sumado a sus gestos y movimientos palaciegos, y su voz aflautada, su blancura de piel y los ojos azulados y un puritanismo exagerado, le hicieron ganarse fama de homosexual, pero debemos tener en cuenta los hábitos y costumbres de aquellos tiempos de rudeza, para ponerlo, como mínimo en dudas. Lo que si parece confirmado es que era brillante, tanto en leyes, como en economía y en política, un excelente periodista y uno de los precursores de la defensa del medio ambiente y de enseñanza como factor de avance y que gracias al permiso del Papa VI, se enteró de todo, incluso de las ideas revolucionarias de la época.
Para resumir esta historia, el joven volvió a Buenos Aires, como abogado del reino y lo enchufaron ¡de una y sin superar oposiciones! como secretario en el consulado.
En la historia argentina siempre se destaca que él y otros héroes "argentinos", lucharon contra los invasores ingleses en 1806/7, lo que no se resalta es que esos héroes defendían a España, como la defendían todos, incluidos los esclavos negros que no entendían,que hacían ellos metidos en ese desmadre. El caso es que Manolito no tuvo ninguna duda que el virreynato debía cambiar de mando, pero su labor no era independentista,todavía, solo era un cambio de mandatario/a, pues luchó denodadamente para imponer a  Carlota Joaquina Teresa Cayetana de Borbón y Borbón, que daba lo indecible por reemplazar a su hermano Fernando VII, (preso por los franceses) como regente de España, del virreynato del Perú, de México...o de Villa Adelina, le daba igual, ella quería el poder, lo que convertiría al virreinato en un nuevo reino, digamos que Hispano-argentino. Lo de Manolito era monarquía pura, pues de última hasta aceptaba un nuevo inca, claro que esto transcurría por 1810 y como buen político que perdió su batalla monárquica, dio un giro radical, se cambió la camiseta, y así como así, pasó a ser jugador titular por el equipo de la independencia de Argentina. Aunque dos años después, su amor incondicional a los Borbones, lo volvió a traicionar y le hizo crear una bandera argentina con el blanco y el celeste de esa familia real, que hoy, para dolor de los republicanos españoles, luce en su banda don Felipe VI. En la historia oficial de las escuelas e institutos de Argentina, a los niños y adolescentes, se les sigue enseñando que la bandera argentina fue creada por Belgrano basándose en el color del cielo y las nubes. Una mentira piadosa, pero más práctica y patriota, que la otra historia que nos muestra otra realidad.
Manolito, fue, al parecer un hombre muy culto, hijo de un acaudalado comerciante genovés que se incrustó en la alta sociedad de la época y logró ver como su hijo, se convertía en un procer. (Casi como en la actualidad donde el comerciante italiano Franco Macri, vio llegar a su hijo a presidente de la Argentina, aunque este no pinta para héroe nacional, o si, porque hay otros peores en la historia argentina). 
La historia nos cuenta que era un tipo muy práctico y sabía cambiar de bando adecuadamente y en el momento justo, como todo buen político.
Los argentinos hoy festejan el día de la bandera, para algunos, un pedazo de cielo, para otros un triste homenaje a la monarquía española.

José Trillo Arán.