Con razón al PP le gustan las mayorías silenciosas y todo lo que sea ruidoso, molesto o protestón son "perroflautas", "yayoflautas" y "antisistema", "populistas"...todo vale para calificar a los que exigen limpieza, igualdad, o incluso dignidad. Lo increíble es que tantos millones de españoles sigan viviendo con miedo a depositar su voto al único partido que puede cambiar esta España podrida de corrupción. Es sorprendente que los partidos tradicionales sigan repartiéndose los turnos de robo y mangoneo y que sean estos mismos partidos apoyados por los medios que también trincan del sistema, los que aconsejan a la población quienes son los buenos y quien los malos a los que la ciudadanía no debe votar... ¡y la gente les cree! y vuelven a votar una y otra vez a los mismos corruptos que gobiernan solo para los poderosos.
¿Somos realmente tan inocentes? ¿O cómplices?
¿Preferimos esta mediocridad y subordinación que intentar un cambio?
¿Estamos mejor siendo burlados por estos partidos?
Las preguntas pueden ser muchas y las respuestas de todo pelaje, pero la realidad nos cuenta de que el pueblo trabajador o pasivo, va a peor, que su vida está al borde de la pobreza severa. No será la primera vez que alguien me diga que con estos ya sabemos lo que hay y con Unidos Podemos no tenemos garantías...¡pues no! nada ni nadie puede dar garantías, pero hay que ver como a mejorado Portugal en estos últimos años con una coalición de izquierdas. Sin embargo en España esa coalición no se pudo lograr, pues el PSOE, pactó primero con la derecha (Ciudadanos) y después intentó que Podemos se sumara a ese engaño. A los españoles y repúblicanos que aspiramos a que haya cambios profundos solo nos queda quemar la última carta y en las próximas elecciones...¡votar masivamente a Unidos Podemos! para que estos, si puedan, llamar a una unidad de izquierdas con el Psoe. Mientras esto no suceda en España no cambiará nada, pues ya gobernaron tanto el PP como el PSOE y seguimos con una monarquía impuesta y un entramado de corrupción de muchas décadas, tan afianzado que para muchos españoles es dificil imaginar un país sin ese cancer. El problema no es nuevo, pero ahora en situaciones de verdadera decadencia social, con pérdida constante de derechos y con los bolsillos flacos, este sistema se hace notar más y provoca mas reacciones sociales. Hay una gran parte de la sociedad que aspira a que España intente parecerse más a los países serios, no parece que esto fuera mucho pedir si aspiramos a dejar de ser un cortijo de un puñado de caciques.
erosos.
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