Esta historia no es inventada, esto lo puedo afirmar con toda seguridad, porque es una vivencia que nos sucedió a mi familia y a mí, y como dicen en algunas novelas esta basada en hechos reales. Quien escribe nació en Galicia hace un montón de años y como tantos gallegos, la salida más viable fue la inmigración, a mi, de niño me llevaron a Argentina, pero la tierra suele llamar desde el inconsciente y quise volver, pero no volví solo, vinimos mi esposa de nacionalidad alemana y el pequeño de mis hijos de nacionalidad argentina. Para facilitar la entrada en España le dimos a nuestro hijo la idea de que solicitara, estando en Argentina, cualquiera de las dos nacionalidades a la que tenía derecho, o sea, la española y la alemana. Y así lo hizo. En ambos consulados de allá solicitó ese derecho. En el de España le pusieron mil trabas y otro tanto en requisitos, la alemana se la dieron en un mes, solo con la partida de nacimiento donde figuraba la nacionalidad de mi esposa, y a ella, por supuesto, la documentación de que era alemana y el la madre de mi hijo. Solo eso y ya tuvo en sus manos un pasaporte alemán y con él ya nadie le puso pegas para entrar y vivir en España. Con el correr del tiempo mi hijo ya se sintió integrado y canario, para no mentir, más canario que español, y por eso del apego y su novia canaria y posibles hijos y el deseo de plantar raíces, intentó volver a pedir la nacionalidad española. Los trabajos que a pasado, si los relato, no lo creerían, desde las más ridículas excusas hasta la más increíble demostración de ignorancia por parte del funcionario que lo atendió, para el cual, mi partida de nacimiento no valía, siendo la misma con la cual la Guardia Civil, me extendió mi DNI y mi pasaporte, pero eso es nada, al lado de los requisitos, pero "el niño" siguió adelante, más papeles le pedían mas llevaba. Hasta que un día abandonó la idea, no por agotamiento ni porque lo hayan vencido, que para eso es un digno y terco, hijo de gallego y alemana, sino porque se enteró que para ser español había que jurar fidelidad al rey: ¡Yo juro por una constitución pero nunca por un rey! y dijo: ¡A tomar por culo!, no voy a perder la nacionalidad alemana para jurar por un fulano...
Para las personas que no conocen las leyes comunitarias, les cuento que no se pueden tener dos nacionalidades de países pertenecientes a la unión, por lo tanto si mi hijo se nacionalizaba español, debía renunciar a la alemana. Hoy sigue siendo argentino-germano y a medida que se empapando de los pormenores de España, ya no volvería a intentar ser español. Es lo que tiene ser un republicano, no por afinidad de la causa española, sino por convencimiento de que un país debe ser una democracia y una república.
-Es como si me fuera a Venezuela y me hicieran jurar por Chavez"- dijo en su enojo- o en Cuba por Fidel...¡no te jode!-
Recuerdo que en aquel momento me quedé pensando si alguna vez no se les ocurriría inventarse una ley para no considerar españoles a los diez millones de republicanos, o considerarlos de otra categoría.
Con un gobierno no le alcanzará a los conservadores, pero con unos gobiernos más, quizás lo logren.
porque lo traen en los genes, aún hay muchos que necesitan un padre bueno que los proteja, alguien que a su paso los obligue a bajar la cabeza, que les recuerde la educación de obedecer, callar y dar la vida por el rey, es que la recibieron durante siglos y como dice el dicho "no sabe vivir de pie el que vivió de rodillas"
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