Si comenzara esto diciendo "la verdad que la mentira es...", ¡ya estaría mintiendo! porque tenemos una visión de la verdad, casi a la carta. Creo recordar una hístoria de un joven monje que andaba por los caminos buscando la cuna de la verdad, en la historia no especificaba si la buscaba por el sur o por el norte, ni si el pobre era mas fuerte que un airon-man, porque supongo que debería haber caminado durante años, aunque la historia habla de un tipo joven. El caso es que un recodo del camino se encontró con un viejo maestro de esos que se supone que ya están de vuelta de todo y tienen las cosas mas claras que un político en campaña electoral. El maestro con la modestia estudiada de todos los sabios, le dijo..."sigue pa´ lante muchacho y encontrarás el lago gigante de la verdad". El joven agradecido compartió su pan y su chorizo vegetariano con el sabio anciano, una vez que se sintió descansado y con nuevas fuerzas decidió seguir el camino hacia el gran lago de la verdad. Por el camino y para no aburrirse imaginaba como sería el lago de la verdad "seguro que refleja una luz celestial" pensó, "seguro que sus aguas son diferentes a todas las de otros lagos". El caso es que al llegar al lago su visión lo desencantó, era un lago como cualquier otro y para colmo de males estaba congelado y el gran espejo de sus aguas, roto en miles y miles de pequeños trozos. Lo observó bien y vio con tristeza que faltaban muchos trozos de hielo. Con desgano escogió algunos trozos y regresó. Al encontrar otra vez al maestro, que como se ve no tendría mucho que hacer, cosa muy común en todos los religiosos que tienen el sustento asegurado y que se dedican a la contemplación y dar consejos, lo encaró y sin contemplaciones le hizo unas preguntas, con cierto enojo. ¿Por que no me dijo que otros habían llegado antes?¿por que no me dijo que la verdad no era una sola y que estaba dividida en miles y miles de verdades? ¿Por qué no me dijo que otros hombres también tendrán sus verdades?...
-¡Ni puta ideal chaval!. Contestó el viejo sabio y se dio por satisfecho por haber respondido al fin con una verdad incuestionable.
Nuestra vida se compone desde el principio de los tiempos a base de mentiras, es tan importante su función que sin ella no podríamos vivir. La verdad siempre estará detrás de la ilusión y la esperarnza.
La mentira es el engaño y ambos son sinónimos, también la seducción es pariente de ambos.
Tal vez muchos puritanos o inocentes no estén de acuerdo con esto, pero deberían imaginar situaciones cotidianas y hasta vulgares, imaginen por ejemplo que un político le dijera la verdad...¡no lo votaría ni su familia!, imaginese que yo me engalane con un traje y una corbata y cuando le pregunte a mi mujer ¿como me veo? ella me dijera ¡pareces una morcilla... gordo panzón! o al revés, que cuando su esposa le pregunte ¿estoy bonita? usted le dijera ¡la que está bonita es la hija de la portera!...¡ mentirosos!. Piense, total no pierde nada, imaginese cuantas y necesarias mentiras dijo y dirá en su vida. Ahora vienen las elecciones en dos países que quiero, Argentina y España, se imaginan que el oficialismo dijera "¡Nos vamos a robar hasta las baldosas de la Casa Rosada!" y el opositor (Macri) proclamara ¡Voy a privatizar hasta la humedad de Buenos Aires!, se imaginan en España a Rajoy diciendo ¡Votennos que haremos de la corrupción una actividad legal! ó " la manera de que alcance el dinero de las pensiones es acabando de una vez por todas con esos millones de parásitos sociales que se hacen llamar jubilados, que además de trabajar como brutos durante décadas ahora se enferman, como no se van a enfermar si trabajaron tanto...¡serán gilipollas!... y además quieren vivir bien...¿Habrase visto?". Se imaginan al PSOE diciendo a toda voz...¡votennos que somos diferentes a esos sátrapas del PP!.
Pienselo y no se mienta, que al menos la verdad esté en nosotros mismos y para nuestro íntimo ser.
José Trillo Arán
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