El shock no fue de confianza sino de fuga
La fuga de capitales pegó un salto. Contra los
pronósticos del Gobierno, la liberalización para la compra de divisas y
la desregulación financiera no provocaron una lluvia de dólares ni una
suba de la inversión extranjera. Lo que aumentó fue la deuda externa.
Por Federico Kucher
La fuga de
divisas en el primer trimestre del año fue la más elevada desde el
estallido de la crisis financiera internacional en 2009. La compra neta
de moneda extranjera del sector privado sumó 3300 millones de dólares en
los primeros tres meses de 2016, cuando había sido menos de la mitad el
año pasado. Las reservas internacionales, pese al fuerte incremento de
la formación de activos externos tras la apertura de los controles
cambiarios en diciembre, subieron 3535 millones gracias al ingreso de
nueva deuda externa con bancos extranjeros, inversores de Nueva York e
instituciones de crédito. Por caso, los préstamos con organismos
internacionales y otros bilaterales aumentaron 145 por ciento. Esta
colocación de deuda posibilitó financiar la fuga de capitales sin
reducir el nivel de reservas del Central. Pero, a diferencia de los
augurios del Gobierno, no estimuló el ingreso masivo de divisas por
inversiones extranjeras. Las inversiones del exterior se ubicaron en el
promedio de los últimos cuatro años, sin observarse el shock de
confianza prometido tras la unificación del dólar a finales de 2015.
La compra bruta de moneda extranjera en el primer trimestre sumó 4310
millones de dólares, al tiempo que se anotaron ventas de divisas por
1011 millones, con lo cual la formación de activos externos neta
ascendió a 3300 millones. La cifra es la más elevada desde 2009, cuando
la incertidumbre de la crisis financiera internacional potenció la
salida de divisas de las economías emergentes. En igual período de 2015
las compras netas de moneda extranjera explicaron una fuga de 1363
millones de dólares, mientras que en 2014 la cifra fue de 366 millones;
en 2012, de 2478 millones; en 2011, de 2877; en 2010, de 2977, y en
2009, de 4357. En 2013, en tanto, hubo un ingreso neto de 75 millones
debido a que la AFIP cerró la adquisición de divisas para atesoramiento.Los datos del balance cambiario del Central, informe que permite detallar por dónde salen y entran las divisas de la economía local trimestre a trimestre, registraron que el ahorro del sector privado no fue el único concepto por el que aumentó la salida de dólares. El turismo fue otro rubro de fuerte desequilibrio en materia de divisas. En los primeros tres meses del año se anotó un déficit de 2214 millones de dólares, cuando el rojo había sido de 1849 millones en el mismo período del 2014, lo que es equivalente a un alza del 19,4 por ciento. Los turistas extranjeros ingresaron al país por vías legales 406 millones de dólares, mientras que los argentinos que viajaron al mundo gastaron en pasajes, estadía y compras 2620 millones. Los extranjeros que llegaron al país, a pesar de la unificación del dólar, siguieron cambiando en el mercado paralelo para aprovechar el diferencial de precios, al tiempo que el ajuste del dólar de 45 por ciento no frenó la salida de turistas locales al resto del mundo, quienes en muchos casos tenían comprado paquetes de viaje con anterioridad a la devaluación de diciembre.
El principal ingreso de divisas, que permitió compensar la fuga de capitales y aumentar el nivel de las reservas internacionales, fue el endeudamiento. El balance cambiario del Central precisó que los prestamos financieros, líneas de crédito, préstamos de organismos internacionales y otros bilaterales acumularon una entrada neta de deuda por 5496 millones de dólares en el primer trimestre, cuando la cifra había sido de 1935 millones en el mismo período del año pasado. Estos pasivos, lejos de potenciar proyectos de infraestructura para avanzar en el desarrollo de la economía, se emplearon para financiar la mayor salida de dólares financieros. En cuanto a la lluvia de inversiones extranjeras directas que iba a acompañar el endeudamiento y fue prometida por los funcionarios a principio de año, el documento de la autoridad monetaria reflejó que esos dólares no entraron a la economía con la fluidez esperada. Las inversiones extranjeras sumaron 513 millones de dólares en los primeros tres meses de este año, cuando habían sido 412 millones de dólares el año pasado, 207 millones en 2014, 651 millones en 2013 y 1029 millones en 2012, cuando se reforzaron las regulaciones a la compra de moneda extranjera en el mercado cambiario.
La salida de divisas por giro de utilidades es otro de los rubros relevantes del informe del Banco Central. Los dividendos autorizados para salir del país hacia casas matrices de las multinacionales que operan en la economía local ascendieron a 347 millones de dólares, cuando en todo 2015 el giro de utilidades sumó 100 millones. Las firmas de alimentos y bebidas fueron las que mayor cantidad de utilidades giraron (107 millones de dólares), mientras que las industrias químicas, de caucho y plástico transfirieron 59 millones, las de maquinaria y equipos, 20 millones, y las entidades financieras y el sector automotriz, en conjunto, retiraron 17 millones. Las cifras de dividendos transferidos al exterior, si bien creció más de tres veces respecto a lo observado en 2015, continúa en niveles bajos respecto de lo registrado antes de la aplicación de los controles cambiarios hacia finales de 2011.
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