En Argentina lo vi durante muchos años y ahora una vez más vuelve a florecer, se robustece y da sus frutos venenosos que engullen los ignorantes para engordar sus odios. El ignorante se siente poderoso e incluso brillante cuando encuentra el aliento que esperaba.
Hace unos días, la fuerza aérea argentina, en un acto cargado de patriotismo y enaltecimiento de valentía les mintió a los ignorantes de la historia y logró, blanquear un trozo de historia sucia, con la pompa que suele darse a todas estas ceremonias se festejó "el bautismo de fuego de la aviación en la guerra de las Malvinas" y los ignorantes aplaudieron a rabiar una mentira descarada. El primer bautismo de fuego no fue en Malvinas, fue atacando ¡a su propia población! en un bombardeo en la Plaza de Mayo en el año 1955 donde murieron trescientas personas, y en esta "gloriosa gesta" también se apuntaron los valientes héroes de la aviación Naval, por lo tanto ni la Fuerza Aérea, ni la aviación Naval, pueden escapar a este vergonzoso pasado, pero los ignorantes de la historia no lo saben. Otros, si lo saben, pero el odio, los ayuda a justificar este hecho... "Si los muertos eran peronistas... están bien muertos y matarlos era necesario".
Argentina, a pesar de que se lo suele catalogar como "un pueblo culto", no lo es tanto como parece, tampoco es tan distinto a otros pueblos latinoamericanos por mucho que ellos quieran distinguirse, ya que un gran porcentaje de su población está enferma de odios de diferentes tipos, político, racial, xenofóbico y de un machismo que es parte del folclore.
Hoy mismo hay una renovada ola de odios... el gobierno de Macri hace lo posible para cambiar la historia de la dictadura, blanquearla, suavizarla, darle una mano de pintura más amable que justifique la actuación de unos militares torturadores y asesinos.
La ignorancia y el odio, lastran una vez más el avance de un país y condenan a un pueblo a sufrir día a día una convivencia insoportable.
José Trillo Aran
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