Leo en dos diarios de Argentina una noticia que me deja desolado, pero no sorprendido, porque era algo que ya se veía venir desde hace tiempo y el único modo de no enterarse era mirar para otro lado y encomendarse a la suerte.
"Un chico de 16 años mata de un balazo a un niño de tres años". Un titular que no será tapa de ningún diario, ni argentino, ni mundial, pero que refleja el aumento del deterioro social que sufre Argentina y gran parte de Latinoamérica. Esto es cosa de todos los días en aquellos países y según parece este cáncer solo puede aumentar, pues los mismos ciudadanos no entienden las razones, las causas primarias de esta desgracia y sino lo entiende la gente, la solución no llegará, y no es fácil de entenderlas a menos que se vuelva la vista atrás y se esté muy atento a constantes hechos que, de tan cotidianos, a veces pasan desapercibidos. Causas muy difícil de detectar porque ya son parte del ADN de las clases sociales blancas desde el mismo momento en que Colon pisó tierras americanas y exportó al nuevo mundo los defectos europeos, como el clasismo y el racismo. El menosprecio y el fomento del odio hacia el índigena, ¿era un modo de justificar las matanzas?...puede ser...hasta la importación de los negros de África el índigena era el ser a despreciar y a eliminar sistemáticamente, ya sea acabando físicamente con ellos o dejándolos sin alternativas de progreso, pues lo bueno y sustancioso de la vida, debía pertenecer a los blancos, a los indígenas solo les quedaba la eterna servidumbre como aspiración máxima. Sumisión o Muerte, era el lema, impuesto de muchos modos, algunos más sutiles y otros de lo mas crueles. La llegada de los negros relegó a los indígenas aún más, ya ni siquiera importaban, porque los negros eran esclavos, más fuertes y mas rendidores, pero unos y otros, nunca fueron la mínima preocupación de los gobernantes que solo se dedicaban a atender el "mundo de los blancos", para los indígenas y los negros nunca hubo inversiones serias ni en educación, ni en sanidad, ni en nada que hubiese permitido una inclusión social mas o menos certera y fiable. Pero esto es solo una parte del problema, desde el comienzo de la colonización hasta hoy, se le roba las tierras a los indígenas, antes lo hacían los grandes terratenientes blancos, ahora, los grandes terratenientes y las empresas multinacionales, agrícolas, ganaderas, mineras o madereras. Una clara demostración de esta mentalidad es que aún hoy, a los estudiantes argentinos se les enseña que son héroes nacionales unos fulanos que eran verdaderos genocidas. Siempre recordaré con desagrado lo que me contestó una mujer marplatense, rubia, alta, de origen inglés y que creía tener un derecho divino de superioridad..."¿Y a mi que me importan esos indios del Chaco?, a esos indios del Chaco los habían echado de sus tierras ancestrales, a tiros de sus casas y tierras y al que resistió "lo cocinaron" a balazos y ahí se quedó "pá carne de zamuro" (zopilote) como dicen en Venezuela. Este ejemplo es muy frecuente, mucho más de lo que puede imaginar, para la gente de las grandes ciudades, el campo, las selvas o los desiertos son algo muy lejano, como si la realidad de esos lugares no los fuera a influir, pero si influyen, los citadinos no se toman el trabajo de pensar que un campesino sabe ganarse la vida en su entorno, pero que al expulsarlo solo le queda emigrar a buscarse la vida en las grandes ciudades, y muchos no están preparados para competir en ese nuevo entorno. A los citadinos no les interesa que allá lejos, no haya una escuela, un puesto de salud, o luz y teléfono, no se preocupan ni intentan enterarse y muchos menos apoyar causas de esos compatriotas desconocidos y oscuros que luchan como pueden contra grandes depredadores blancos, (normalmente protegidos por los políticos traidores y aceitados por los sobornos o comisiones), Los citadinos no se enteran porque quizás esos blancos tienen oficinas en la ciudad, o porque al fin y al cabo es "natural" que esos blancos de saco y corbata logren hacer negocios a costa de esos brutos incultos que viven de la tierra como hace cientos de años. Para los citadinos el país es la ciudad y para adornar esta afirmación le recuerdo un dicho muy popular en Venezuela que dice "Caracas es Caracas...es el resto monte y culebras".
Para no hacer más larga está historia lo invito a que agregue otros "porqué" se pudre cada día más la convivencia y porque la vida vale tan poco, porque esos "cabezas negras" llegan a ser violentos por un puñado de cosas, como un buen par de zapatillas, o un teléfono móvil, o un auto. Pero para ayudarlos a pensar les debo recordar que esto es una acumulación de desprecios, de olvidos de ninguneos y represión de varios siglos, les debo recordar que no sirve aquello de ¿y yo que culpa tengo? porque quizás y hasta sin notarlo todos seguimos colaborando con esos "pequeños detalles" de exclusión y fomento del odio en la vida cotidiana, y eso es "historia de hoy", y esta historia la hacemos entre todos. Cuando vaya a un centro comercial, observe la presencia de una simple vendedora de una tienda...¿cuantas chicas de razas originarias hay trabajando? ¿Cuantos anuncios de publicidad nos muestran gente de color o indígenas?¿de que raza es la única presa política que hay hoy en Argentina? y aunque la comisión de DDHH de la ONU, y el Papa Francisco pidan su libertad, los blancos ricos, los empresarios, los descendientes de europeos en Argentina, no se enteran, no les preocupa que una india esté presa y en cambio se horrorizan de que un tal Leopolo López este preso en Venezuela.
El gran error de los argentinos fue creer que nunca le llegarían los problemas de otros países latinoamericanos donde la vida vale menos que una bala, de hecho, muchos culpabilizan a la inmigración de los últimos años, que es otro modo de no ver los problemas nacionales,¡no señores!, Argentina iba por el mismo camino, solo que se tardó en llegar un poco más.
Yo le propongo a usted amigo lector que siga exprimiendo su cerebro y verá cuantos motivos encuentra, en el ayer y en el hoy, para que esos pobres países latinoamericanos sean cada día menos seguros y que la mediocridad de muchos siga pidiendo en los comentarios de los diarios, o en programas baratos y oportunistas sigan incentivando el odio mientras piden "que los maten a todos", "que los cuelguen en una plaza", "que hay que hacer justicia por cuenta propia", "que todos debemos ir armados" y otras soluciones "rápidas" para extirpar un cáncer que ya lleva cinco siglos creciendo, esas mismas personas suelen ser las que permiten que los gobiernos sigan recortando presupuestos para servicios sociales, educación, políticas de igualdad e incluso en recortes descarados al poder judicial, esas mismas personas que piensan que se malgasta el dinero "en todas esas tonterías", que pudieron erradicar el problema en otros países..¿o alguien se cree que la violencia humana, solo es un problema latinoaméricano?
https://www.pagina12.com.ar/43007-una-historia-con-dos-tragedias "UeE
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