miércoles, 7 de junio de 2017
La incomprensible pasividad de los jubilados españoles.
Se supone que los jubilados somos personas mayores que ya lo hemos visto y vivido todo, o casi todo, que a la altura de nuestra vida ya no deberíamos "comer cuentos", ni nos asustaríamos con amenazas, pues al fin y al cabo, la muerte ya nos muestra las orejas detrás del horizonte, por lo tanto deberíamos tener una fuerza que no tienen los jóvenes, nuestra vida ya no cambiará en el sesenta o setenta por ciento, pues esa parte ya la vivimos, o la gastamos como mejor pudimos, por lo tanto apenas arriesgaríamos un pequeño porcentaje de lo que, supuestamente, nos falta por vivir.
Incluso para muchos podría ser la última mano de pintura para que no nos recuerden como, simplones, cobardes, conformistas arrugones, esclavos laborales, o alcahuetes del poder establecido. La etapa de la ancianidad debería permitirnos cumplir el sueño de ser valientes luchadores, aunque nos mueramos en la batalla.¡Pero no! ahí estamos malviviendo con pensiones miserables y algunos justificándolo "porque no hay dinero", "porque hay otros que están peor", "porque el gobierno no es que no quiera sino que tiene otras urgencias". Muchos miles y miles, que aún cobrando una miserable jubilación ayudan a sus hijos y nietos y se restan los últimos placeres, callados, sentados como pasas de uvas idiotizadas frente a la televisión o haciendo revoluciones de lengua en la plaza, junto a otros jubilados que a veces escuchan y otras no, dependiendo si pudieron cambiarle la pila al audífono. La clase pasiva es pasiva porque no saben lo activa que puede ser, y para confirmar lo que escribo le puedo recordar que apenas media docena de abuelas en la Plaza de Mayo cambiaron la historia argentina.
En España la mayoría de los jubilados está contando las monedas para comer, pero se conforman porque en la guerra lo pasaron peor... o porque en otros lugares se mueren de hambre muchos niños... o porque en este mundo lo pasan mal pero en el cielo están a la derecha del señor. Los jubilados españoles están siendo el sostén de muchas familias, aún con sus pensiones miserables que en los últimos años solo las vienen aumentando un 0,25% anual, mientras la vida aumenta un dos por ciento, o más, pues solo la factura de la luz aumento un 60% en los últimos ocho años. ¿Qué les pasa a los jubilados españoles? ¿por que no se organizan? ¿por que no salen a cortar calles o rodear el Congreso? ¿o entorpecer con sus protestas donde más les duela a los gobernantes? Sino se exige, nada cambia, esta es la última lección de vida que podemos dejarles a nuestros hijos y nietos..."Si no se exige, nadie te dará nada" sea un gobierno del PP, PSOE, Podemos, Ciudadanos, o quien sea que gobierne. Es verdad que estamos solos, que ni la UGT, ni CCOO, ni siquiera nuestros hijos nos apoyarían, aquellos porque ya no somos una fuerza laboral y estos, entre otras cosas, porque tienen miedo de que nos pase algo, o por motivos más egoístas como ¿quien va a cuidar a los nietos si nos vamos a las manifestaciones?. Sin embargo estoy seguro que si arrancamos, cada vez seremos más y de pronto hasta somos miles, tantos miles, que hasta podemos dignificar la vida de nosotros y de los que vendrán detrás. Hay mucho viej@ entre setenta y ochenta, que están fuertes todavía como para salir a la calle y enarbolar los bastones como una arma. A menos que ya no sea un jubilado digno de vivir la vida, en ese caso...¡que en paz descanse!.
José Trillo Arán.
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