Esta frase del escritor italiano Giuseppe Tomasi di Lampedusa parece ser el motivo que los medios de comunicación tomaron como guia para impulsar la figura de Albert Rivera, un personaje que al mejor estilo de Trump o Mauricio Macri son productos exclusivos de la creación medíática. Es algo sumamente comprensivo y sería una inocentada pensar que los que tienen el poder y todos sus beneficios, permitieran cambios profundos, ya que como también dijo otro señor del que no recuerdo su nombre, NADIE ENTREGA EL PODER POR LAS BUENAS. Y el que tiene el poder tienes los medios para seguir con él.
Por otra parte gran parte de la ciudadanía acostumbrada al consumo y dócil antes los reclamos publicitarios, suele comprar lo que los medios recomiendan, sin tener en cuenta que quizás esos productos que le ofrecen, ni siquiera los necesitan, sin razonar que antes, con tiempos y técnicas bien estudiadas, les han hecho creer que si lo necesitan, incluso que son vitales para alcanzar la famosa "calidad de vida".
En España ya se está preparando para la ciudadanía de derecha y centro la necesidad de que Albert Rivera reemplace a Rajoy, pues tanta corrupción ha hecho inviable que este, dócil empleado del poder, pueda seguir gobernando.
Si se observa con detenimiento, ya hace tiempo que solo se publican y/o emiten hechos o frases, escogidas y dignas para que este joven político vaya convenciendo a los futuros votantes, y aunque le parezca exagerado ya se pregona que Rivera tiene "pasta de lider", no solo para España, también a nivel europeo, y que no se descuiden ni Putin, ni Trump, porque se encarama como líder mundial.
Todas las encuestan lo sitúan en el ascensor que sube rápido hasta el poder.
La jugada es tan obvia e infantil que da hasta vergüenza escribir sobre ella, pero con menos se hizo con el gobierno el señor Trump, o el otro producto publicitario, Mauricio Macri, al solo le bastó con gritar a los argentinos...¡Cambiemos! y... ¡haremos la revolución de alegría!...y el resto lo hicieron los medios.
Por lo tanto, españoles con derecho al voto o sin el, tendremos Albert Rivera hasta en la sopa, pero... ¡la sopa buena!, esa que cae tan bien al cuerpo en días fríos o una sopa fresca y liviana que le sienta tan bien al cuerpo en el tórrido verano. Como contrapartida la sopa boba, esa que se hace con pocos y dudosos ingredientes, y que se le da a los pordioseros y "sin casa" que duermen en las calles, esa sopa será Unidos-Podemos.
¿Y el PP y el PSOE?, esos, esta vez, solo se conformarán con comer las sobras de todas las sopas.
José Trillo Arán.
A la izquierda (solo en la foto) la sopa buena, a la derecha (solo por esta vez) la sopa boba |
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