A burro viejo no le cambies el camino.

A menudo cometemos el error de querer convencer a personas mayores de que sus ideas políticas, o sus costumbres o hábitos de vida están equivocadas. Casi seguro fracasaremos. Las personas mayores creo que necesitan aferrarse a los conceptos que fueron los cimientos donde apoyaron su existencia y en cierto modo es comprensible, si están aquí, todavía, es porque los cimientos aguantaron y su estructura, aunque sea inclinada como la torre de Pisa, no se derrumbó. No es, por mi parte una crítica, pues entiendo que los seres humanos necesitamos creer que encontramos bases sólidas, seguridades que aunque sean solo una utopía, nos produzcan la sensación que pisamos tierra firme, aunque flotemos, a duras penas, en una ciénaga mucho más putrefacta y corrosiva de lo que queremos imaginar. La lógica de muchas personas mayores es rotunda, "si sobreviví hasta hoy es porque no estaba equivocado"... ¿y entonces para que cambiar?.
Las personas mayores, salvo raras excepciones, fueron educadas con verdades absolutas de una supuesta sabiduría ancestral, tal vez por eso en nuestra cultura los refranes se imponen y de ahí viene el titular...."a burro viejo no le cambies el camino".
José Trillo Aran

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