Es increíble que un presidente sepa que el rumbo es un fracaso y se lo diga a otros (¿a quien?), si no era él quien conducía el gobierno...¿quien era?, o será que solo es un modo de culpan a esos supuestos "otros". Tal vez un gesto de niño asustadizo que dice...¡yo no fui!...
Es el tal el tamaño de la deuda externa que dejó el gobierno de Mauricio Macri, que hoy, el nuevo gobierno argentino encabezado por Alberto Fernandez, se ve obligado a visitar a mandatarios europeos para pedir unas migajas de ayuda a los gobiernos que componen el FMI y pedir al Papa Francisco que interceda por su país. Produce tristeza ver como un presidente de un país inmenso y rico como Argentina, mantenga las posturas de dignidad aunque esté de rodillas y entre sonrisas amables estire la mano para ver si le caen algunos favores. Que tristeza produce ver como otro país latinoamericano renueva su destino de colonia. Esta vez se lo debemos a Mauricio Macri.
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