domingo, 3 de marzo de 2013

Si estas de acuerdo...

   ...estás acabado, si estás de acuerdo y te encuentras cómodo en una sociedad enferma, si no tienes nada para criticar, ni nada para replantearte estas liquidado, ya eres un engranaje, sino colaboras con una ONG que luche por los derechos humanos, o contra la globalización, o contra un sistema que hace daño a muchos millones para beneficiar a unos pocos, estás pasando el tiempo, gastándolo, más bien, pero tu vida carece de valor, hoy o mañana, cuando tus descendientes te analicen, pensaran que fuiste un conformista, un corcho que siempre flota venga de donde venga el oleaje. Es muy posible que obtengas algunos bienes que te den cierto brillo personal, un titulo, una empresa, una buena casa y un buen auto, o mucho más, pero puede ser que al final de tus días sientas que no has sido otra cosa que una herramienta del sistema, un animal que fue detrás de la zanahoria y que de tanto en tanto te dejaban comer una, para que sigas trabajando con ganas, como se premia a un delfín en un acuario, donde el hace el show y el entrenador le da una sardina. Puede ser que tu forma de vivir te quite los miedos afines a la muerte, tal vez puede ser que dures más, e incluso te sientas feliz de ser un prototipo del triunfador, pero la humanidad no ha mejorado porque un faraón haya hecho una pirámide más grande que las anteriores, la humanidad mejora por ignorados seres que se rebelaron ante lo establecido, por seres que se juegan la vida o al menos su seguridad y sus bienes para obtener el bien común, luchando como pueden y con todo lo que pueden por eliminar creencias programadas o injusticias asentadas durante siglos. Hoy me presentaron a un "ganador", pulcro ciudadano de firmes creencias religiosas, con un titulo que avala sus ingresos y sus pertenencias, pero, al rato pude observar que detrás de sus trabajados músculos, la ropa de marca y la imagen de seguridad que mostraba, se escondía un niño crédulo, seguro en las bases de su moral que no tiene inconveniente en dejar de lado al momento de cumplir con su trabajo de contador experto en como evitar impuestos de los piratas, los otros piratas, porque el no se siente así, él "solo hace su trabajo", el mismo criterio que utilizan los militares que matan a sus victimas y se cubren con lo de la "obediencia debida", o se justifican con razones de moral para bombardear una ciudad, donde saben que hay miles de personas inocentes, que provocarán heridos y muertos, su creencia en valores auténticos los hace inmune al pecado.
   No puedo acostumbrarme todavía a eso de la moral de corcho, que siempre flota.
   - Veo que tienes una medalla colgando...¿eres católico?-
   - Si claro...por supuesto...¿y usted?.
   - Si claro...por supuesto...soy creyente y voy a misa de doce en la iglesia de "Los santos de los últimos días de los melones Murcianos".-
   - O sea que no es creyente...¡vamos!-
   . Si, solo que creo que Dios es un melón...¿no puede ser?-
   - ¡Ya coño!... yo lo creía un hombre serio...- estiró sus casi dos metros, sacó del bolsillo unos billetes, puso uno de cinco euros en la mesa y se fue sin saludar.
   "Bueno, al menos pagó el café este niñato", y me quedé pensando que poca tolerancia tienen los fulanos estos, si el cree en lo que cree, ¿por qué yo no voy a poder creer en mi "Dios melón"? Y no es tan difícil de entender, a él, de pequeño lo convencieron de verdades incuestionables, hasta que las terminó aceptando como tal, nunca tuvo necesidad de plantearse si eso era cierto, o era un cuento infantil, porque también lo convencieron que para ser buena gente hay que "obedecer las verdades eternas".

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