En este blog no hace mucho he publicado la copia de un documento bancario del Dresdenk Bank, (sucursal del banco alemán en Suiza) donde aparece el señor Rajoy junto a Barcenas, uno está preso y el otro sigue gobernando el reino como sino tuviera nada que ver. Hoy este señor tiene la desfachatez de presentar medidas para evitar la corrupción cuando él es uno de los implicados de manera directa o como cómplice silencioso que se benefició de ese producto tóxico. Claro que siempre podemos caer en eso de que todos somos inocentes hasta que se pruebe lo contrario, pero si es inocente, y supongamos que lo sea, lo suyo entonces rozaría la idiotez y un país no puede estar gobernado por un idiota que no se entera nada. Como yo no nada de toda de esta idiotez o distracción, no puedo aceptar que un HONRADO IDIOTA me gobierne. Si seguimos imaginando los méritos honrados de Rajoy, debo pensar que los idiotas somos los ciudadanos que seguimos permitiendo que este señor y sus supuestos ministros honrados nos gobiernen, pero no solo idiotas sino amorales. Vivimos viendo ejemplos de otros políticos europeos que renuncian al más mínimo deslíz ¿y aquí permitimos que este señor siga gobernando?
Ayer renunció la ministra Mato a la que el juez Ruz, acusa de ser "beneficiaria" de la trama Gürtel...
¿Lo mismo que Rajoy?.
Aunque yo no pueda probar que cobró sobresueldos u otros beneficios, si puedo deducir que es un cómplice de todo el entramado que financió (como menos) su campaña electoral y avaló los negocios de Barcenas...¡y cuánto más habrá!.
Otra cosa muy llamativa es que el rey, siendo el JEFE DE ESTADO, no exija a este hombre su renuncia, o como mínimo unas elecciones anticipadas, pues guste o no, es el jefe de estado.
Con dolor reconozco que nos toman por idiotas y que no pintamos nada.
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