Es un alivio para mi y dos decenas de millones de españoles, ver que de un día para otro ya no hay noticias de las "barbaridades que comete Maduro", que ya no hay presos políticos, que no hay colas para comprar un paquete de harina PAN, da hasta pena ver como de golpe se olvida a la oposición venezolana.
Es lo que tiene que ya Podemos no asusta ni a los niños.
Pasadas las elecciones volvemos a la triste honestidad de decir "a mi Venezuela me importaba poco y nada".
También debe estar contento Maduro, ya no será el culpable de ninguna violación, atracos a mano armada, robos de carteras, violencia de genero, caos en el tráfico, de la polución en Caracas ni que Maracaibo huela a petróleo y haga ese calor insoportable, lástima que no se lo culpe mas a Maduro, de que los venezolanos no tengan papel higiénico, que haya sabotajes y tantas cosas más que nos hacían horrorizar, pero nos hacía sentir tan bien, comparados con ellos.
De golpe y por obra y gracia de los medios hegemónicos, ya Maduro no comete más errores que mostrar, ya no es el culpable de los muertos en México, ni los robos de tierras por parte de las multinacionales a los campesinos colombianos, ni que la peluca de Trump sea naranja, ni que en Chile haya revueltas estudiantiles, ni que en Argentina haya gente que pasa frió, ni que en Brasil el 70% de la gente pida a gritos que Temer y sus secuaces, se vayan de una vez, ni siquiera es el culpable del cambio climático...¡Al fin, señor Maduro dejó usted de estropearlo todo!.
Para los españoles también es un alivio que el santo varón, adalid de la democracia, propulsor de la libertad, eje central de una nueva Venezuela, conocido como Leopoldo Lopez, "Leo" para los españoles, porque ya lo teníamos en casa como si fuera de la familia (aunque los tiempos no están para que se arrejunten familiares), eramos uña y carne y sabíamos de su lucha libertaria, y ni le digo lo que sabemos sobre su sufrida y nunca bien ponderada esposa, Lilian Tintori, "Lili" para los españoles, y digo que es un alivio porque ya muchos no dormían pensando que un hombre así de bueno, estaba preso y ahí sigue el pobre Cristo...(¡angelito de Dios que la virgen de Chiquinquira te proteja!) en las cárceles de esa dictadura sin igual.
Una pena que hayan pasado las elecciones (aunque mis conciudadanos me quieran matar) y de repente no exista Venezuela, ni Maduro, ni Leo, ni Lili, ni una arepa con carne mechá, ni un joropo, ni un ron miel andino... ná de ná, compay...¡con lo bien que lo pasábamos!.
¡Joder con los medios!... si son desagradecidos ¡con los titulares que nos dieron nuestros héroes y villanos del Arauca bribador..je..je...
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