lunes, 13 de marzo de 2017

No afloje don Nicolás...

Sr:
Nicolás Maduro
Presidente de la  República Bolivariana de Venezuela.

Espero que esta carta llegue a usted, con la esperanza de que su contenido lo ayude a no olvidar.
Quien escribe no tiene mucho en común con usted, a no ser que por esas casualidades de la vida, una de ellas que ambos sabemos como es realmente la sociedad venezolana, como se subdivide, como mantiene y aumenta odios de lejana creación e incentivación diaria. Otro detalle que podría acercarnos es el que usted, como yo, hemos trabajado un tiempo conduciendo autobuses, de eso seguramente podríamos tener largas charlas, porque don Nicolás...¡como conoce uno al pueblo trabajando de chofer de autobuses! ¿verdad?. Se que no le gusta que le recuerden esta etapa de su vida, porque se usa para restarle posibilidades de persona capaz de gobernar, ¡pero no le pare!, el señor Martín Schulz, es el candidato con más puntos a favor para lograr el puesto de canciller de Alemania y solo fue un vendedor de libros, en una librería. No se amilane por eso, he conocido personas muy tituladas y más brutas que un arado.
La razón por la que le escribo es para recordarle que los revolucionarios del mundo, están pendientes de Venezuela y esperando que triunfen, para poder decirle al mundo ¡hay otra alternativa!. Va ser duro, usted ya lo debe saber, le caerán encima todos los poderosos del mundo y todos los que no siéndolo quieren estar ahí para darles un par de mordiscos... y que el amo vea que también ellos están con él.
De descrédito programado, presiones, de guerras económicas y medios de comunicación mercenarios, de eso pocos gobernantes pueden saber más que usted. Sin embargo hay un problema, don Nicolás, la corrupción interna puede acabar desgastando y pudriendo una de las mejores propuestas que no tuvieron  muchos pueblos.
En aquellos lejanos años de mi juventud, cuando yo tanteaba y tonteaba con las ideas políticas, mi madre me dijo una vez... "la limpieza del país comienza por limpiar tu habitación".
¡No afloje don Nicolás! porque el que roba, o se aprovecha de la revolución ¡es un traidor! y usted sabe que a Bolivar o al Che, no le tembló la mano, al momento de fusilar a los traidores, que son el peor enemigo de todas las causas,¡pero no lo tome de manera literal!, porque, hoy se puede matar a un traidor sin quitarle la vida. Recuerde, sus aciertos se ningunearán pero sus fallos se magnifican.
Recuerde cuando conducía el autobús, un medio donde viaja "el pueblo", ¿a que se cogía unas arrecheras padre?...viajaba el delicado y bien vestido que era carterista, el obrero sudado de tanto trabajar, la niña pija estudiante de universidad, el anciano gastado de tanto esperar algo de algo positivo, el joven con la cachucha de Nueva York.... en el autobús viajaba el pueblo y en el pueblo "habemos de todo", incluso traidores que muerden la mano del que le da de comer.
Recuerde señor Maduro :
"No estoy matando a un hombre, estoy ejecutando a un traidor".
Atentamente:

José Trillo Arán.


Los fusilamientos de La Moncloa (Goya)





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