Una vez más Argentina puede cometer los mismos viejos errores que retrasan su progreso. Una vez más el pueblo argentino tiene mala memoria y lo incentiva mas el odio que la realidad, lo que lo llevaría a tirar por la borda todos estos años de mejoras. Antes de la llegada de los Kichner en Argentina no había un peso, habían vaciado ese país y se habían robado hasta la soga de colgar la ropa en el patio. Era un país endeudado y con su industria destruida. Hoy una década después los números, puros y duros, nos muestran un país mucho mejor. Sin embargo ese querido país está enfermo desde el mismo nacimiento como nación, la división de clases lo sigue dañando, una lucha de clases, no exento de racismo, y que se hace notorio entre la lucha de gobiernos "de blancos para blancos" o "gobierno de negros, descamisados, o cabezas", de pobres contra ricos y adobado conque unos se consideran más argentinos que los otros. Ahora la oposición amenaza con derogar todo lo posible si llegan a gobernar otra vez. Los blancos borraran lo hecho por los negros y más adelante cuando los descamisados vuelvan al poder tocaría eliminar todo lo hecho por los blancos. Los blancos leen diarios que opinan siempre igual de lo que opinan los medios internacionales, que no quieren otra cosa que Argentina sea un país barato y regalado para sus intereses, pero eso no lo ven los blancos, porque ellos son un triste remedo de sus orígenes europeos o su admirado EEUU. Los blancos intentan que Argentina siga siendo esa copia desdibujada de una Europa "que nunca fue", no les gusta aceptar que siempre fue un país de mestizos y que no es diferente a ningún otro país de Latinoamérica. Una vez más, la intención es cambiarlo todo radicalmente, sin aceptar que puede haber logros importantes que se deberían sostener en el tiempo como UN PROYECTO NACIONAL.
En estos días Argentina puso en órbita un satélite de comunicaciones, (Arsat 1) fruto del trabajo nacional y continuado. Un éxito total, hecho por argentinos y para todos ellos, porque este gobierno no le restó fondos a esos investigadores y científicos que ya venían trabajando en ello, durante muchos años. Si ganan las próximas elecciones los blancos y cumplen sus "amenazas" la incipiente recuperación del entramado industrial que comienza a dar frutos, se volverá a derrumbar. Argentina debería avanzar mucho más, pero a los blancos les gusta comprar dólares, aunque ganen su vida en pesos, y hagan sus compras en pesos, y vivan en un país donde su moneda se llama pesos, estos patriotas no se dan cuentan que eso genera una constante devaluación y por ello inflación, pesimismo, desconfianza y que con cada dólar que compran generan dependencia. Los argentinos tienen poca memoria, ya nadie se acuerda como quedaron las cajas vacías en el famoso corralito, ni de cuanto era la deuda externa, y ni que hablar de la interna, una deuda social y humana que demorará aún varias generaciones en pagarse.
Por mucho que lo oculten y lo nieguen, los blancos saben que los negros han hecho mucho por el país, con errores es cierto, pero como no cometer errores, cuando desde los medios internacionales y los lacayos nacionales se ataca a un gobierno, cuando medio país blanco pone palos en la rueda, cuando tantos millones se llaman argentinos y agitan la bandera de las multinacionales que se llevaban la parte del león. Si los argentinos no anteponen los intereses nacionales, gobierne quien gobierne, nunca tendrán un futuro medianamente luminoso.
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