La mujer infectada por ébola hizo la oposición en la facultad de Pablo Iglesias tras el contagio
Exterior de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid. - Foto UCM
La mujer infectada por el virus del ébola participó el 27 de septiembre en las oposiciones a auxiliar de enfermería convocadas por la Comunidad de Madrid con acceso a la condición de personal estatutario fijo. Lo hizo dos días después de tener el último contacto con la habitación del misionero Manuel García Viejo, fallecido en el Hospital Carlos III a causa de la infección de este virus.
Sindicatos representados en la Mesa Sectorial de Sanidad han detallado en rueda de prensa que la enfermedad "no parece ser contagiosa hasta que no hay síntomas" y han remarcado que cuando la paciente hizo la prueba selectiva, no los tenía. Los primeros síntomas no aparecieron hasta el 30 de septiembre, día en que dio la voz de alarma al hospital, aunque no fue ingresada.
"Esa gente (los opositores) tiene que estar tranquila", han señalado los sindicatos, después de subrayar que no está demostrado científicamente que el contagio se pueda producir a las 48 horas del contacto que ha generado la infección.
El pasado 27 de septiembre se celebraron las pruebas de oposición a auxiliares de enfermería en la Comunidad de Madrid, que contó con 28.084 solicitudes. La participación de Teresa Romero Ramos en estas pruebas selectivas, extremo que ha confirmado su propio marido, ha corrido como la pólvora a través de las redes sociales. Las preguntas más repetidas han sido: ¿Dónde hizo el examen? ¿En qué centro o facultad?
Según ha podido saber este Buscón, Teresa Romero acudió el día 27 septiembre a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, ubicada en el Campus de Somosaguas (Pozuelo de Alarcón). Este centro ha estado de moda en los últimos meses por ser el lugar donde imparten clase los profesores fundadores de Podemos, con Pablo Iglesias a la cabeza. Teresa Romero completó allí la prueba teórica en el aula 315 de la Tercera Planta, sala a la que estaban citados un total de 84 opositores. Otras clases de la misma facultad también acogieron estas pruebas selectivas.
"No parece razonable que una auxiliar que está en contacto con pacientes de ébola con resultado de fallecimiento, al día siguiente se vaya de vacaciones", señala un portavoz de Satse
Dado que la afectada no empezó a sentirse mal hasta el día 30, las autoridades no han considerado necesario localizar a las personas que participaron en estas oposiciones y compartieron instalaciones con esta técnico de Formación Profesional. El Ministerio de Sanidad, como ha informado la directora general de Salud Pública, Mercedes Vinuesa, ha limitado el grupo de riesgo a una lista de 52 personas, constituida por las 22 que han estado en contacto con la auxiliar de enfermería contagiada de ébola y los 30 profesionales que atendieron a García Viejo.
Los sindicatos han descartado que Teresa Romero cometiese un error humano. Esta auxiliar, con 14 años de experiencia, se había ofrecido como voluntaria para participar en los operativos que atendieron primero a Miguel Pajares y después a Manuel García Viejo. Los representantes sindicales han pedido que la investigación no se limite a determinar qué falló para que la sanitaria se contagiara, sino que reclaman aclarar también las pautas seguidas por Teresa Romero una vez murió el segundo misionero.El secretario general de Satse, José Manuel Freire, ha declarado en Rne que "no parece razonable que una auxiliar de enfermería que está en contacto con pacientes de ébola con resultado de fallecimiento, al día siguiente se vaya de vacaciones". "Ha habido poco control, por no decir ninguno", ha lamentado.
Menor control post-intervención
El protocolo de seguridad aplicado en en España no recoge una especial vigilancia como en EE.UU., donde las personas que han estado en contacto con el virus deben estar en cuarentena. En su caso, Teresa Romero siguió unos controles básicos --tomarse la temperatura dos veces al día-- e hizo vida normal hasta que se detectó una fiebre de 38,63 grados el 30 de septiembre y alertó al hospital. No fue ingresada hasta el pasado lunes.
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