Mujica bloquea la llegada de presos de Guantánamo
El presidente de Uruguay toma la medida en plena campaña electoral y traslada la decisión al nuevo Gobierno
Magdalena Martínez
Montevideo 10 OCT
2014 - 03:51 CEST4
Mujica habla los refugiados sirios que recibió su
Gobierno. / AFP
El presidente uruguayo, José Mujica, anunció ayer por sorpresa que el
traslado de seis presos desde la base estadounidense de Guantánamo, en Cuba, a
Uruguay quedará bloqueado hasta después de las elecciones —la primera vuelta es
el 26 de octubre—, de forma que el próximo Gobierno decida sobre la cuestión. Mujica
había anunciado en marzo que aceptaba la transferencia de los seis
prisioneros. La delicada situación electoral del izquierdista Frente Amplio
(FA), al que pertenece Mujica, y la intensa campaña de la oposición contra del
traslado han doblegado al presidente, quien hasta hace pocas semanas repetía que
la decisión dependía solo de él.
"Tenemos que ver la opinión del nuevo Gobierno", dijo Mujica en un acto público. "Ustedes saben que no eludo decisiones cuando las tengo que tomar, pero un presidente no es un rey. No hace lo que se le ocurre", añadió.
El debate sobre los presos de Guantánamo incendia la campaña electoral desde hace una semana. Mujica calificó a los dirigentes del opositor Partido Nacional de "almas podridas y cobardes" cuando su candidato, Luis Lacalle Pou, anunció que se opone a recibir a los presos de la base. La polémica coincidió con dos sondeos: el primero anunciaba un empate técnico entre el gobernante FA y el Partido Nacional en primera vuelta, con un estrecho 5% de indecisos. El segundo mostró que el 58% de la población ve con malos ojos la llegada de los seis reos.
Washington había presionado para que los presos sean trasladados lo antes posible. Su embajadora en Uruguay, Julissa Reynoso, dijo hace dos semanas, sobre la negativa del candidato opositor, que Washington tiene un acuerdo diplomático "con el Estado, no con un partido".
Si el Frente Amplio gana las elecciones en Uruguay habrá traslado, como
afirmó su candidato, Tabaré Vázquez; si llega al poder el Partido Nacional de
Luis Lacalle Pou lo más probable es que no.
Por otra parte, Uruguay recibió ayer un primer grupo de 43 refugiados de la guerra en Siria, familias con varios hijos que sobrevivían en el Líbano en precarias condiciones. Se trata del primer país de América Latina que responde al llamamiento de la ONU para acoger refugiados en su territorio. La población se ha volcado en gestos de solidaridad para instalar a esas familias, ofreciendo trabajos, alojamiento, ropa o juguetes. Esta llegada supone un cambio en un país que perdió gran parte de su población debido a las crisis políticas y económicas y que ahora, en pleno auge exportador, está recibiendo extranjeros.
"Tenemos que ver la opinión del nuevo Gobierno", dijo Mujica en un acto público. "Ustedes saben que no eludo decisiones cuando las tengo que tomar, pero un presidente no es un rey. No hace lo que se le ocurre", añadió.
El debate sobre los presos de Guantánamo incendia la campaña electoral desde hace una semana. Mujica calificó a los dirigentes del opositor Partido Nacional de "almas podridas y cobardes" cuando su candidato, Luis Lacalle Pou, anunció que se opone a recibir a los presos de la base. La polémica coincidió con dos sondeos: el primero anunciaba un empate técnico entre el gobernante FA y el Partido Nacional en primera vuelta, con un estrecho 5% de indecisos. El segundo mostró que el 58% de la población ve con malos ojos la llegada de los seis reos.
Washington había presionado para que los presos sean trasladados lo antes posible. Su embajadora en Uruguay, Julissa Reynoso, dijo hace dos semanas, sobre la negativa del candidato opositor, que Washington tiene un acuerdo diplomático "con el Estado, no con un partido".
Si el Frente Amplio gana las elecciones en Uruguay
habrá traslado, si llega al poder el Partido Nacional lo más probable es que
no
Por otra parte, Uruguay recibió ayer un primer grupo de 43 refugiados de la guerra en Siria, familias con varios hijos que sobrevivían en el Líbano en precarias condiciones. Se trata del primer país de América Latina que responde al llamamiento de la ONU para acoger refugiados en su territorio. La población se ha volcado en gestos de solidaridad para instalar a esas familias, ofreciendo trabajos, alojamiento, ropa o juguetes. Esta llegada supone un cambio en un país que perdió gran parte de su población debido a las crisis políticas y económicas y que ahora, en pleno auge exportador, está recibiendo extranjeros.
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