Las Naciones Unidas, una vez más, responde más a la política que a las personas. En estos días estamos escuchando proclamas inflamadas de humanidad, incluso de boca de nuestro rey que sin ningún atisbo de vergüenza nos leyó un discurso donde pide un compromiso real y humanitario para con los refugiados, le dijo al mundo hermosas palabras siendo el jefe de estado de un país donde apenas se pasó de los quinientos refugiados asilados, mientras otros países como Alemania superó el millón y Suecia con algo más de 150.000.
Unos y otros se toman el trabajo de llamar la atención sobre este problema, pero ¿a quien va dirigido ese mensaje?, si hasta el más distraído sabe que ya existe desde hace años. En realidad es un golpearse el pecho en un "yo pecador", no por amor, ni humanidad, sino por el miedo que les está causando el ascenso de nuevos partidos nazis. Primero se utilizó el miedo, se incentivaron odios, se mintió descaradamente sobre el asunto de que no se integran, que producen gastos extras al estado cuando ayer mismo el informe de la OCDE, nos dice que es todo lo contrario, que la llegada de refugiados ayudan al desarrollo y no al revés, y sino que le pregunten a tantos productores que se benefician de una mano tan barata que casi trabajan por la comida. Estos inmigrantes son el símil de los "espaldas mojadas" de lo que tanto se benefician los productores agrícolas de EEUU.
Una vez más la ONU cumple su función de inutilidad e hipocresía, ya que cualquiera sabe que sus dictámenes y halaracas son papel mojado si el Consejo de Seguridad no le da el visto bueno, cosa siempre muy ilusoria si tenemos en cuenta que los países que componen a este último son los mayores productores de armamento y viven fomentando guerras para crear futuros refugiados.
Mientras tanto asistimos a que 65,3 millones de personas en el mundo son refugiados, un triste record que ya superó en 5,3 millones a los pobres desgraciados que produjo la segunda guerra mundial.
Seguimos viviendo en un mundo miserable y basado en la mentira, llamamos refugiados, ilegales, inmigrantes no deseados a unas personas que tienen EL DERECHO, de intentar salvar sus vidas, mientras tanto en Grecia se los tiene internados en campos que no son de refugiados sino de "internación", que no son otra cosa que presos a la espera de su expulsión, otra vez, de donde huían, porque no debemos pensar que en Turquía estarán "protegidos".
En realidad, a mi entender, esta reunión de la ONU es un llamado y un apoyo a los gobiernos de Europa, que ahora están asustados ante el crecimiento de la xenofobia que engorda las filas de los partidos neo-nazis, es un guiño para que hagan algo (y ya veremos si todo es legal) y que van a contar con el apoyo moral de la ONU.
Una vez más Europa mostrará sus miserias y sus miedos y tal vez, esta vez hagan algo, pero si lo hacen no será por las personas, sino por miedo a los ultras.
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