Hoy tuvimos en casa la visita de "una amiga" y lo pongo entre comillas, porque para nosotros lo es, pero para ella, somos amigos clandestinos. La gente de dinero no puede permitirse tener amigos de una clase social inferior, económicamente hablando, claro. Esta amiga nos vino a visitar y volcó en nosotros todas las desgracias de su vida familiar, porque sabe que aunque pobres, somos de confiar y tenemos pocas posibilidades de llevar sus intimidades a su circulo social. A pesar de haber logrado un titulo en Medicina y ser funcionaria del estado, lo que le garantizaría una buen pasar económico, prefiere seguir viviendo infeliz al lado de un hombre que ya no quiere, no esta de acuerdo con las imposiciones de su marido ni a los hijos ni a ella, pero calla, no soporta a los familiares que se reunirán hoy alrededor de la mesa, pero no actúa." Hoy toca teatro de navidad" dijo.
Yo quise decirle que cada uno debe tomar las decisiones, que crea las más convenientes para hacer que su vida sea lo más parecido a lo quiera que sea, pero callé. Mi esposa que es un poco mas frontal soltó un "mándalo a tomar por..."
Después de llorar un poco, ya estaba repuesta para seguir con su teatro, no solo navideño, sino de sus últimos diez años, que es el tiempo que la conocemos. Ahora, una década después nos contó, lo que ya se venía dibujando en su semblante desde el primer día que la conocimos, porque la felicidad se nota, pero la infelicidad es un inmenso cartel luminoso en la frente, que no lo ve, quien no quiere verlo. Quizás ella no es consciente de que está atrapada en una educación de mujer sumisa, pues desde pequeña ya le enseñaron quien manda en casa y cual es su función en la vida, y eso, lo lleva incorporado como un vicio. A nivel razonamiento sabe que no es así, sabe que no es feliz, sabe que ella vale mas, pero, consciente o no, sigue con el juego, por muchas razones que incluso en el mejor de los casos, no calcule con interés comercial, pero, separarse no es bien visto aún en esta España que se dice moderna, sería el centro del comentario de su circulo social que la dejaría de lado, debería reducir el nivel de vida económico, y atreverse, por primera vez en su vida, a ser ella misma, algo que es toda una aventura para alguien que pasó de un padre a un marido y que por eso recibió aplausos y reconocimientos, tanto familiares como sociales. Ser uno mismo es una tarea muy dura en una sociedad donde todo está ordenado ¡como debe ser!
Nuestra amiga no se engaña, sabe que no es feliz, sabe que hoy tiene que hacer teatro navideño y que por la noche se acostara con un hombre que no quiere, y tal vez, si a él le apetece, abrirá las piernas y cerrará una vez mas la oportunidad de ser ella misma, incluso de ser feliz de verdad, o al menos la posibilidad de intentarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario