“No usar para sobornar a políticos”, mensajes en los billetes de dólar
09 julio 2013“Con 16 estados que apoyan una enmienda constitucional, y más que lo harán, tenemos que continuar con nuestro deber como seres humanos (y estadounidenses) para asegurar que nuestro sistema político no se corrompa por intereses especiales ni corporaciones. Si ya tienes un sello, ¡sigue sellando!“.
Las leyendas sobre los dólares son elocuentes y combativas: “Las corporaciones no son personas”, “No usar para comprar elecciones”, “No usar para sobornar a políticos” (esta última, especialmente popular). La tinta roja destaca sobre el verde mortecino de los billetes , que pasa de mano en mano propagando el mensaje. Los promotores aseguran que cada dólar es visto por una media de 875 personas.
StampStampede —juego de palabras en inglés que mezcla la palabra stamp (sello) con stampede (estampida)— es una iniciativa para protestar contra el poder determinante del dinero en el sistema político de los EE UU, donde las donaciones de multimillonarios y poderosísimas empresas financian las campañas. Aunque existen leyes para regularlas, muchos consideran que no son suficientes y que el procedimiento pone en jaque al sistema democrático: a más ingresos, más posibilidades tendrá el candidato de ganar y devolver así los favores a sus patrocinadores.
Los activistas de la organización sin ánimo de lucro, originaria de Vermont (Nueva Inglaterra), demandan una enmienda constitucional que ponga más límites a la situación y utilizan el papel moneda como medio para hacer escuchar sus peticiones. Igual que un artista callejero se vale de la vía pública, usan el dinero como superficie ideal para llegar al mayor número de personas posible a través de un objeto que cambia de propietario día a día y tiene una vida activa de entre 4,8 años (para los billetes de 1 dólar) y 17,9 años (para los de 100).
Contradictoriamente, la junta directiva está formada por Ben Cohen (uno de los fundadores de la compañía de helados Ben and Jerry’s), Richard Foos, Danny Goldberg, Dal LaMagna y Judy Wicks. Todos —salvo Wicks— son fundadores y expresidentes de empresas millonarias y ahora están involucrados en varias organizaciones sin ánimo de lucro y fundaciones.
Con un historial de superempresarios, cabe pensar que ahora intentan lavar la conciencia o la reputación tras haber sido parte de la élite del corporativismo estadounidense. A ellos se han unido desarrolladores web, diseñadores gráficos y otros profesionales que contribuyen a mantener viva la campaña.
Dejando de lado el punto sospechoso, el fin es noble y los métodos, imaginativos. Además de vender sellos en su página web (a un precio político y con descuentos como el de este mes de julio, en el que sólo piden la voluntad) el colectivo tiene un StampMobile, una camioneta modificada con una máquina de Rube Goldberg que sella los billetes y viaja por diferentes ciudades del país para promover la iniciativa.
Helena Celdrán
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