Chipude: “O la Virgen aparece; o el cura desaparece”
Corría la
posguerra en la isla y en Chipude pusieron al párroco en un aprieto.
Según nos relata Fernando Sanz en su “Historia popular de La Gomera”, la
imagen de la Candelaria se estropeó, agrietándose la pintura y
comenzando el barniz a picarse.
Entonces el cura,
ante la disyuntiva de qué hacer, decidió enviarla a Sevilla para
proceder a su restauración y parece que tardó tanto tiempo, que los
lugareños desconfiaban de que el párroco hubiera hecho un truque con la
imagen y comenzaron a proferirle insultos amenazantes y, llegado el
tiempo de su festividad, le hicieron una serie de pies de romance que, a
ritmo de chácara y tambor, rezaban lo siguiente:
“De las costillas del cura; sacamos la Virgen pura”“O la Virgen aparece; o el cura desaparece”
“Si es verdad que la has vendido, te mataremos, bandido”
“Tú jura que la traerás o vivo de aquí no saldrás”
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