lunes, 11 de junio de 2018

Mi visita a Lula.

Día 29 de mayo de 2018, martes. En el último piso del edificio de la Policía Federal, en Curitiba, entramos los ocho parlamentarios que componemos la comisión externa de la Cámara de Diputados y, por fuerza de liminar en el STF, en busca del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva. El enorme edificio de hormigón, aunque arquitectónicamente moderno, recordaba un castillo, de esos medievales. Era el encastillamiento metafórico de un gran líder, uno de los mayores de América Latina.
Por Jandira Feghali*
Dos centinelas, un pequeño corredor, una habitación que aísla a un hombre que lidera el deseo de voto del pueblo brasileño. Un Silva pobre, que de forma altiva y soberana, encantó a los jefes de Estado de todo el mundo. Que cambió Brasil y el paradigma del gobernante, que cambió la vida de millones, concretó expectativas, prospectó escenarios, generó sueños…
Encarcelar a este líder “fue la mejor manera”, así pensaron los que rasgaron la Constitución y golpearon la democracia.
Al adentrarme en aquel lugar, sentí el verdadero significado del golpe: LA MENTIRA. La grandeza de Brasil, realmente, no cabe en aquella habitación.
¡Dios! Bateó una inmensa revuelta mezclada con la tristeza. Miré a los ojos de Lula e identifiqué los mismos sentimientos, pero percibía algo más fuerte en él, la ¡ESPERANZA!
Afirmó con mucha fuerza y ​​altivez su inocencia y la disposición de luchar. En el caso de Brasil, con la situación del pueblo brasileño, da opiniones vivas, cobra nuestra lucha, y confirma su pre-candidatura a la presidencia de la República. ¡No se deja vencer!
Rodeado por textos y libros, pero también con su estera y elásticos para mantener la forma física, garantiza la energía necesaria que completa el alimento espiritual cuando conoce la solidaridad que todos los días sucede en Curitiba, en varios puntos de Brasil y en el Mundo. LULA LIBRE, son lemas  de las manifestaciones en todos los rincones, en los campos de fútbol, ​​shows, festivales, camisetas, salas de cine y todo lo que la creatividad y la emoción puedan imaginar y realizar.
Dejé con él un bordado hecho por mi hija, un libro, cartas, muchos afectos, abrazos … Nosotros, parlamentarios de cinco partidos diferentes, nos quedamos casi 2 horas de frente con el mayor líder popular de nuestro país, que tras varios comentarios y opiniones se hizo hablar con la dolorosa contundencia de esta pregunta: “¿Cómo está la vida allá afuera?”
De hecho, salí de la visita muy mal. ¡Cómo voltear la espalda y dejar allí a un inocente, que además del ser humano que tanto nos gusta, sólo está ahí porque representa una posibilidad concreta de Brasil de volver a su pueblo. ¡Y, ciertamente, volverá!
*Médica, diputada federal (PCdoB / RJ) y vice-líder de la oposición.

No hay comentarios:

Publicar un comentario