© EFE La española nacida en Guinea Ecuatorial y diputada de Podemos por Alicante Rita Bosaho. / EFE Dos cicatrices. Una, en la comisura del labio. Otra en el pómulo derecho, tan bien trazada que parece un hoyuelo. Ambas hacen aún más amigable su sonrisa. Lleva rastas, las que cambia de lado cuando le parece oportuno... Amarra su nigérrimo pelo. Lo suelta. Cuando lo libera se ve aún más joven. Está en los 50. Cuando usa sus gafas de pasta Carrera luce aún menor. Rita Bosaho Gori es un hito que no quisiera ser. "Es demasiado tarde", dice cotidianamente. "Soy negra, no temo a la palabra", añade. "Podemos' Rita Bosaho becomes Spain's first female black MP" (La militante de Podemos Rita Bosaho logra ser la primera mujer negra miembro del parlamento), titula The Guardian. En una línea es lo que la ha hecho cambiar la historia, una de las mejores lecciones de las elecciones del 20-D. Mas ella no es el primer icono de su familia. Ella es parte de una saga política, una que empezó su tío Enrique.
Son dos vidas en paralelo. A Enrique Gori lo llamaban "excelentísimo señor presidente de la Asamblea General del régimen autónomo de Guinea Ecuatorial". A ella, a Rita Bosaho Gori, la llamarán "su señoría" a partir de que recoja su acta de diputada por Alicante. Su tío era un luchador por los derechos de su pueblo, muy especialmente de los miembros de la etnia bubí, que eran originarios de la isla de Bioko, antigua Fernando Poo, en Guinea Ecuatorial. Rita batalla por los intereses de las maltratadas, los inmigrantes y los desposeídos. Ha trabajado incluso en Honduras, hombro a hombro, con las mujeres de Tegucigalpa para defender sus derechos.
"The woman is the nigger of the World, (la mujer es el negro del mundo) dijo a finales de los 60 Yoko Ono y su marido compuso algo más tarde una canción para ese título", recordaba el columnista Santiago González aludiendo a la elección de Rita. "If she won't be a slave, we say that she don't love us/ If she's real, we say she's trying to be a man" (si ella no va a ser una esclava, diremos que ella no nos ama/ si ella es real, diremos que ella está tratando de ser un hombre), escribió John Lennon. Aunque mejor define a Bosaho un tema de Paula Herrera, una de sus cantautoras favoritas. "Todo está negro/ negra es su pena/ negra está su alma/ negro es su pelo/ negro el cajón/ negras sus uñas/ negras sus manos/ negro es el humo/ que da el fogón.../ Y en el camino/ negro de piedras/ yacen sus sueños/ y su calor...".
El tiempo de canícula ya había pasado en Guinea Ecuatorial cuando nació Enrique Gori Molubela, el 13 de noviembre de 1923. "Lo hace en Batete, una villa situada al suroeste de la antigua isla de Fernando Poo, actualmente Bioko, a pocos kilómetros de Luba, que anteriormente se conoció con el nombre de San Carlos. La citada villa fue uno de los focos de la expansión misionera en la isla desde 1887", escribe en su ensayo-homenaje el sabio guineano Eugenio Nkogo, doctor en Filosofía por la universidad Complutense de Madrid... Su sobrina Rita nació en 1965. Cerca, en Santa Isabel, actualmente Malabo, cuando era aún parte de España.
Gori Molubela aspiraba a todo en su vida. Entró al seminario de Banapá en la década del 40. Ya en 1951, participó en las revueltas estudiantiles "contra el trato injusto que recibían: el deficiente régimen alimenticio, la restricción de las lecturas, escasas vacaciones... se declaraban abiertamente en favor de la lucha no sólo por las libertades del seminario sino también del país". Los rebeldes fueron encarcelados y expulsados. "Gori Molubela, después de haber esperado algún tiempo en Fernando Poo, hacia 1952, emprendió el viaje a España. Se matriculó en la facultad de Derecho". No acabó. Su sobrina, la nueva diputada de Podemos, optó por una senda distinta. Trabaja desde hace más de 20 años como auxiliar de enfermería. Y fue más lejos que su pariente. Tenía una gran pasión por sus raíces y, mientras hacía dobles turnos en los hospitales, se sacó la licenciatura de Historia por la Universidad de Alicante, un máster en Identidades e Integración en la Europa Contemporánea y prepara su tesis doctoral que versa sobre el impacto del colonialismo europeo en África.
La capacidad de comunicar de Rita ha sido vital para conseguir los apoyos necesarios para su elección: 200.885 votos en Alicante, donde Podemos-Compromis ha pasado de un magro 3% al 22%. Lo lleva en los genes. Enrique Gori estaba "dotado de una oratoria envidiable... dejaba sorprendido a su público, hablando tanto tiempo sin mirar ningún papel y echando la cabeza "hacia atrás como un alemán" (como señalaba una revista de la época)"". Por cierto, Gori regresó a Fernando Poo en 1964, un año antes de que naciera su sobrina. Volvió para ocupar los cargos más importantes: la presidencia de la Diputación provincial, siendo a la vez procurador en las Cortes españolas (las de Franco) y presidente de la Asamblea General del Gobierno Autónomo de Guinea Ecuatorial... Nadie de su familia hasta entonces había llegado tan alto.
Y lo hizo en plena dictadura franquista. Gori Molubela fue parte de la intelectualidad ecuatoguineana seleccionada para dirigir los destinos de la provincia española en África. En octubre de 1966, se reunió con Francisco Franco en el palacio de El Pardo. Ese mismo mes, había recibido la Orden de África en la categoría de Comendador, al mismo tiempo que Pilar Primo de Rivera, hermana de José Antonio, que ingresaba en la categoría de Gran Oficial, quien también coincidió en las Cortes con él.... Esta es una de las grandes diferencias entre tío y sobrina. Enrique fue afín al dictador. Y Rita muy crítica... Esto contestó ella a EL MUNDO...
- Supongo que como dice la canción tiene usted el corazón partido entre Guinea Ecuatorial, donde gobierna un dictador, y España, con una democracia...
- Desde luego hay una gran diferencia entre dictadura y democracia. Ha debido de ser muy duro para este país los 40 años de dictadura franquista. También es una desgracia para los guineanos y guineanas vivir una situación similar. No es fácil ser activista en Guinea, como no lo fue en España con Franco.
Ella, asimismo, es más de izquierdas que tío Enrique, que creía en el "buen capitalismo". Se recoge en una entrevista con La Vanguardia Española, donde él soltó sus ideas clave para el futuro de una Guinea independiente: "Hemos de contar con los capitalistas honestos y yo diría que de ellos depende en buena parte nuestro porvenir".
Otra diferencia menos relevante, acorde con distintos tiempos e ideologías, es el vestir. Ella comparte estilista con Pablo Iglesias, muy distante a los atuendos a medida que usaba el otrora procurador de las Cortes. "Era impecable, vestido de un traje que hacía juego con el chaleco y la corbata", recuerda Eugenio Nkogo. Eso sí, ambos son cercanos, nada presuntuosos. "A pesar del rango que alcanzó en España y en Guinea, en sus continuas misiones oficiales a Madrid, nunca se olvidó de sus amigos. Al presentarse al establecimiento, le preguntaban: "Sr. presidente, qué quiere usted tomar" y él les contestaba siempre "nuestro vino"". Rita mantiene su compromiso con la humildad en una frase muy suya: "No quiero perder nunca la empatía". Y, si a Rita le solicitan entrevistas la BBC, el Times y todos los medios españoles, en su tiempo Enrique Gori era tratado mediáticamente a la altura de sus cargos. Cuando en 1965 se casó con Esperanza Jones, el enlace fue reseñado a casi página entera por La Vanguardia y sus encuentros con la élite del régimen eran citados por ABC.
Fue clave en la independencia de Guinea Ecuatorial. Tanto que, en diciembre de 1968, encabezó la delegación ante la ONU, en Nueva York, poco después de la admisión del novísimo país en aquella organización... Caería en desgracia pronto. Enrique Gori fue juzgado bajo la acusación de participar en un intento de golpe de Estado contra el sátrapa Francisco Macías, y sentenciado a 25 años de cárcel en un juicio sin justicia.
Juan Goytisolo escribió de este momento histórico: "Fueron juzgados en diciembre de 1970 por un tribunal militar, sin que tuvieran la menor posibilidad de defenderse, e incluso aquellos que sacaron la cabeza en el proceso fueron asesinados posteriormente en la cárcel: el más conocido de ellos, Enrique Gori, pereció en manos de un guardián a golpes de machete... Detalle particularmente macabro: según el Financial Times..., las víctimas del complot "fueron ahorcadas a los compases de Mary Hopkins cantando Those were the days, transmitidos por los altavoces"". Una canción que se tradujo al español como Qué tiempo tan feliz. "Por nuestra juventud/ Y llenos de inquietud/ Tuvimos fe y deseos de vencer...", decía la letra. La victoria de Gori a posteriori es, quizás, una diputada negra elegida en elecciones libres. Su sobrina. Un mensaje de Facebook celebratorio retrata lo que ella significa... La apodan La Rosa Parks afroespañola.