Mostrando entradas con la etiqueta soberanía. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta soberanía. Mostrar todas las entradas

sábado, 26 de noviembre de 2016

Fidel Castro... y el orgullo de ser cubano.

"Seguro que Fidel cometió errores...

¿Quien no?.

Pero ayudó al pueblo cubano

a recuperar valores:

como la soberanía cierta,
 
el orgullo de ser cubano, 

la dignidad de no rendirse ante nadie,

y convertirlos en referente de lucha para otros pueblos"

 
Resultado de imagen de Fotos de Fidel y el Ché




martes, 23 de febrero de 2016

O serás lo que debas ser, o no serás nada.

Cualquier persona que se precie de ser, y no solo parecer, debe gozar y sufrir las consecuencias de su libertad de decidir, sin decisiones propias no se es otra cosa que un útil, una herramienta de uso, un peón destinado al sacrificio en el tablero de lo establecido, carne de cañón, un número de documento, quien no tiene la soberanía de la decisión, simplemente no es.
Lo mismo podríamos decir de un país que requiere de algunas bases de libertad de decisiones propias para tener una identidad que lo diferencie de los demás.
Cuando somos niños estamos en un tramo de formación y debilidad que nos lleva al inevitable papel de obedecer, casi ciegamente, a nuestros padres, maestros y profesores y todos los que se supone nos ayudan a crecer, y digo casi ciegamente porque solemos encontrar niños y jóvenes rebeldes a los que solemos denostar, y quizás sean brillantes avanzados que saben que algo anda mal, que se rebelan sin saber muy bien porque. Las personas solemos alcanzar la madurez, no por la edad biológica, sino cuando decidimos nuestra vida, guste o no guste a los demás, esto suele suceder porque ya nos hicimos preguntas incorrectas socialmente, cuando revisamos la educación recibida y cuando ya hemos comenzado a convertirnos en autodidactas personales, una auto-educación que una vez comenzada ya no tiene fin.
Los países como las personas deben revisar su pasado, para encarar un futuro mejor para los ciudadanos de hoy y de las próximas generaciones. Aunque la lucha por un futuro mejor nos amargue un presente de más luchas que placeres, pero es nuestro destino de todos modos, luchar siempre por un futuro mejor, porque el que no lucha ya está muerto y vencido por mas que respire y gaste sus días por muchos años. El mundo está lleno de muertos vivientes y de muertos que siguen vivos.
Un país que no es soberano de sus decisiones, que calla ante las injusticias, que ve como otros deciden su futuro, que se entrega mansamente al poder económico, político o militar. No es un país, es un niño, o un muerto viviente que se arrastra por los años de su historia gris y plana.
En ese niño obediente y sufrido se ha convertido España, y somo muchos, cada vez más, los que queremos y soñamos con una España, que no se deje llevar mansamente por las ordenes injustas, por los privilegios exclusivos para unos si y otros no, por los designios de una UE que nos dice como y cuando comer, como y cuando y con cuanto debemos disponer para cuidar de nuestros viejos o de nuestros enfermos. No me gusta esta España aniñada, que se dejar llevar de la mano y que acepta por parte de la OTAN el dictado obligatorio de quienes deben ser nuestros enemigos o conque amiguitos podemos jugar un rato en la plaza.
No lo sé, tal vez esté equivocado, pero...así lo veo yo.
José Trillo Aran.

padre e hija en el bosque de la primavera Foto de archivo - 17081710

jueves, 6 de agosto de 2015

LOS SUPERPATRIOTAS QUE VENDEN LA PATRIA.


Dominio público

Opinión a fondo

Los superpatriotas que venden la patria

06 ago 2015
 
Vicenç Navarro
Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y ex Catedrático de Economía. Universidad de Barcelona.
En los últimos meses he estado escribiendo artículos alertando del enorme daño que el mal llamado Tratado de Libre Comercio entre EE.UU. y la Unión Europea (UE) tendrá en la sostenibilidad de la Europa Social y en la calidad democrática de estos países (ver mis artículos “Las consecuencias negativas de los anteriores tratados de libre comercio”, Público, 15.06.15; “El tratado de libre comercio entre los Estados Unidos y la Unión Europea y sus posibles impactos en la sanidad española”, Gaceta Sanitaria, junio 2015; “¿Qué se intenta con los tratados mal llamados de libre comercio?”, Público, 23.07.15). La pérdida de soberanía nacional será enorme, estableciéndose tribunales de mal llamada justicia, que tendrán mayor poder que los propios Estados. En realidad, será la victoria del gran capital sobre todo lo demás, imponiendo sus reglas sin ningún tipo de freno. Y como era de esperar, las derechas “patrióticas”, tanto en España como en Catalunya (“patrióticas” de nacionalismo opuesto), venderán la patria para favorecer los intereses de las grandes corporaciones, que serán las únicas que se beneficiarán.
Si usted, lector, cree que estoy exagerando, le sugiero que se lea el excelente artículo del Profesor John Miller (“Trans-Pacific Partnership: Corporate Power Unbound”, Dollars & Sense, julio/agosto 2015) en el que analiza el impacto de otro tratado mal llamado de libre comercio que se está también elaborando entre EE.UU. y los 12 países del Océano Pacífico (EE.UU., Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam), que colectivamente producen el 40% del Producto Interior Bruto Mundial, tratado conocido como TPP, Trans-Pacific Partnership. Es uno de los tratados que cuenta con más apoyo por parte de las mayores corporaciones que gobiernan el mundo, que lo están promoviendo activamente a través de los mayores medios de información que controlan (siendo España, donde la pluralidad de los medios es muy limitada, un claro ejemplo de ello). En EE.UU., los mayores sindicatos (AFL-CIO) se han movilizado masivamente en contra. No así el Partido Republicano y el aparato del Partido Demócrata, dirigido por la Administración Obama, que lo apoyan. En el mundo académico, la mayor figura que se opone a este tratado es el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, y el centro de investigación económica más conocido que se opone es el Center for Economic and Policy Research (CEPR), en Washington, uno de los centros más reputados y conocidos en aquel país.
El punto clave donde ocurre la pérdida de soberanía es en el establecimiento de un tribunal que tendría la última palabra en cualquier conflicto legal entre el gobierno de un Estado (que en teoría representa a la ciudadanía de un país) y las grandes transnacionales que invierten en aquel país. Este tribunal, conocido como Investor-State Dispute Settlement (ISDS) en inglés, decidirá quién tiene razón en cualquier disputa entre un Estado y una empresa extranjera que invierta en ese país, siendo su decisión inapelable.En realidad, los ISDS ya existen en varios tratados, también mal llamados de libre comercio. Como consecuencia de su existencia, hemos visto los siguientes casos:
 
1. La compañía de tabaco Phillip Morris ha llevado a los tribunales a los Estados de Uruguay y Australia, urgiendo una compensación económica por pérdidas en sus beneficios como consecuencia del descenso de ventas, resultado de la nota escrita en cada cajetilla de tabaco alertándole de los daños a su salud que le puede producir el consumo de tabaco, nota escrita que es obligatoria en aquellos países, por mandato estatal.
  1. La empresa nuclear Vattenfall ha llevado a los tribunales, demandando una compensación de 3.700 millones de dólares (unos 3.500 millones de euros), al Estado alemán por la supuesta pérdida de beneficios resultante de que haya decidido disminuir su dependencia energética de la industria nuclear, después del desastre de Fukushima.
  1. La compañía francesa de gestión de residuos, Veolia, ha llevado al gobierno egipcio a los tribunales por haber subido el salario mínimo de aquel país, lo que le ha supuesto un aumento de los costes, por los que la compañía urge al Estado que le compense.
Sé que es probable que el lector no se acabe de creer lo que se le viene encima con el mal llamado Tratado de Libre Comercio. Pero le aseguro que si el tratado entre EE.UU. y la UE se aprueba, verá la defensa de sus intereses como ciudadano, trabajador, consumidor y usuario, dramáticamente reducida, porque el Estado verá debilitado enormemente su poder para protegerlo. Es, sin lugar a dudas, la mayor amenaza que hoy se cierne sobre la democracia y la soberanía de los pueblos, la cual las derechas superpatriotas de siempre están dispuestas a imponer, en defensa de los intereses económicos que las financian. Son, ni más ni menos, que vendepatrias. Utilizan las banderas para defender sus intereses de clase. No hay otra manera de verlo.
 Vicenç Navarro buenaVincenc Navarro