sábado, 6 de abril de 2013

A ti que vas a emigrar...

   Tal vez te sirva este relato si piensas alejarte de España, es solo una de las tantas cosas que puedan sucederte, pero nada es una regla fija y a la mejor lo que yo pongo como experiencia personal o de amigos con los que conversamos estos temas, en tú caso no encaje y en cierto modo deseo que no te suceda. Si eres lector de este blog sabrás que tengo por norma entregar escritos cortos, por lo que tendrás que completarlo tu mismo. Yo solo doy algo, el resto serán tus vivencias casi siempre inesperadas, pero esto no va de lo que hallarás en tu nuevo lugar, sino en lo que dejas atrás.
    Cuando decides emigrar se producen una serie de reacciones en tus seres queridos, alguno te animará a irte y te fuerzas positivas, en otros habrá cambios que puedes llegar a notar al momento o con el transcurrir del tiempo, de todos los que consideres tus seres queridos, sean familia o amigos, verás con tristeza que es muy cierto aquello que dice "amigos uno, a lo sumo dos". Y si tienes suerte, con tus padres, entre ellos y ese amigo te sentirás fortalecido ante la irremediable soledad y el olvido que genera la distancia, y esto no lo dudes, en la inmensa mayoría de los casos es así, la distancia, como dice la canción no "es como el viento que apaga los fuegos pequeños y enciende los grandes" lo normal es que los apague todos.
   Descubrirás que entre esos seres queridos que creías tener, hay gente que envidia tu valentía, habrá otros que te considerarán un traidor a la patria por abandonarla "cuando más se necesita el esfuerzo de todos", (esto me lo dijeron a mi). Otro caso que parece muy asiduamente es el que que me contó un amigo de Zaragoza que "emigró" a Madrid, hace ya muchos años de esto, pero que aún no olvida, solo una vez recibió una invitación para una fiesta de cumpleaños de una prima, el resto de tantos festejos familiares que se dan en una familia numerosa, de esos, el se enteró cuando ya habían pasado hacía mucho tiempo. "Y no sabes lo bien que vendría una carta, o una invitación" me dijo con la misma tristeza de ayer. Otra cosa que tiene que aceptar el que emigra es que las llamadas telefónicas siempre deberán correr de su cuenta, aunque todavía no este asentado y la pase mal y apenas tenga unas monedas para comer, difícilmente (excepto tu madre y alguna vez tu padre), se tomaran esa molestia y asumirán ese gasto, aunque hoy tenemos el chat y las video-llamadas la historia será la misma, siempre el que tomará la iniciativa es que se va.
   Emigrar solo acelera una verdad que tarde o temprano se descubriría estando en casa, pero estando lejos se detecta antes y duele más. Otro detalle que saldrá a la luz será que ante una discusión o pelea con algún integrante de la tribu que se quedó en el lugar, de forma automática la razón no la tendrá el que esta lejos, ni nadie se tomará el trabajo de consultar su versión, el clan se agrupa detrás de "la verdad" del único que tiene la posibilidad de contar su versión en vivo y en directo, además hay una razón práctica, "este está cerca y el otro se fue" "con este tengo que convivir y el otro a saber si volverá", lógica elemental de conveniencia. Pero un hay una cuestión a la que nunca quise darle el valor que tiene, porque nunca formó parte de mi vida y entonces me costó mucho prestarle atención y darle su importancia, la envidia, algo que generas en personas que no se atreven a moverse de lo seguro y cotidiano, los que sufren esto terminan odiando en silencio al que tuvo el valor de irse y aventurarse, porque emigrar no es para cualquiera, muchos prefieren pasarla mal, vivir a costa de los parientes, esperar a que los años les deje una herencia, otros se escudan en un patriotismo histriónico para justificar y no ver su propia cobardía, estos ejemplos y muchos otros, le saltaran a la cara al que emigra, tarde o temprano. Emigrar es una oportunidad de conocer nuevas formas de vida, de geografías, de idiomas, de aprendizajes, de crecimiento personal y lamentablemente de descubrir que los que dejaste atrás no son lo que creías, o tal la inmensa alegría de reafirmar o descubrir que alguien "si te querían de verdad".
    Como te dije esto es un escrito corto y este tema da para muchos libros y opiniones de mil colores. Esta es solo una, pero tal vez te sirva.

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