Supongamos que usted está en casa con su familia y se dispone a cenar, imaginemos un pollo con papas fritas, ya todos están a la mesa cuando de pronto entra en su casa un señor encapuchado pero de traje y corbata, que saca de su maletín de ejecutivo una ametralladora corta y le dice a tos, "de este pollo el setenta por ciento me lo llevo y de las papas solo les dejo el sesenta por ciento, también me media botella de vino, tres partes de la barra de pan...¡ah! y esa aceituna que quedó en el plato pequeño... también me la llevo"
¿Como se sentiría?.
Bien, ahora imagine que el señor que entró en su casa es un amigo de varios años, o al menos un conocido al que aprecia y valoriza en sus opiniones, ese amigo lo invita a su lugar de trabajo, le hace sentar en una cómoda silla, le ofrece un café y de pronto le apunta con la estilográfica y le dice ¡firma aquí!... y usted firma.
Al poco tiempo se entera por los medios que el hombre que entró en su casa y apuntó a todos con una metralleta y se llevó gran parte del pollo y las papas fritas, tres cuartos del pan, media botella de vino y la última aceituna, fue atrapado por la policía que pudo averiguar que llevaba una doble vida, "el modus operandi - declaró el oficial- era que el detenido llevaba doble vida, de noche se ocultaba detrás del pasamontañas y atracaba preferente a familias y les robaba su cena y durante cinco días a la semana atracaba a ciudadanos en las oficinas del banco a los que apuntaba con su bolígrafo y les hacía comprar valores preferentes y por extraño que parezca fue declarado el empleado del año del 2010 en la entidad bancaria".
Así les pasó a muchos con las inversiones en preferentes que fueron la gran estafa programada y autorizada por el Banco de España, claro que al menos ni el encapuchado de la metralleta ni el gentil bancario pudieron llevar a cabo el atraco perfecto, pues según declaraciones de la victima "no vieron que en el plato pequeño quedaba el pimiento de relleno de la aceituna...¡y ahora se joden!...porque ya me la comí"
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