lunes, 25 de noviembre de 2013

La culpa no es del cerdo...

Ya ni disimulan

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Creado por Carlos Galeón.

Para el PP y Jorge Fernández Díaz el ciudadano que protesta es un enemigo y como tal debe de ser tratado. Por eso han preparado una nueva normativa hecha a la medida de las protestas puestas en marcha en su día por el movimiento 15-M y afines, y criminaliza y castiga en forma desproporcionada a todo aquel que atente contra la seguridad ciudadana y el orden establecido.
Esto, que suena más al antiguo Fuero de los Españoles franquista de 1945, propio de una mente enfermiza como la del Ministro del Interior, es lo que sin lugar a dudas, aprobarán próximamente tanto en el Congreso como en el Senado, aprovechando su mayoría absoluta y con ese respeto al diálogo que tanto les caracteriza.
Todo volverá de nuevo a ser y hacer como le gusta al señor Presidente: como Dios manda y premiando a esas mayorías silenciosas que no salen de casa si no es para ir a misa, a trabajar, o a echar la quiniela y comprar un décimo de lotería. Y siempre –siguiendo la sagrada norma salesiana – en números impares e inferiores a cuatro, porque si son más ya sería una reunión ilícita o una manifestación no autorizada que molesta e interrumpe el tráfico y puede ser sancionada con 30.000 euros de multa.
También habrá que volver a ir por la calle con el DNI en la boca, porque si nos oponemos a la identificación que nos pida un gorila uniformado, nos arriesgamos a una multa de 600.000 euros, pero si le pedimos nosotros a él que se identifique, lo que nos podemos llevar es una patada en la boca, y ¡ojo!, no intentemos grabarla, porque entonces son otros 600.000 euros de multa por atentar al “honor” del policía. Ya puesto así, creo que podrían aprovechar para castigar esa costumbre tan fea que es el escupir en la calle, pero claro, aquí no se diferencia quién es de derechas o de izquierdas.
Nos enseñaron que el capitalismo era garante de la democracia, pero la realidad nos ha ido demostrando que es todo lo contrario; a más capitalismo, más mercado, menos democracia y menos libertades y ante esta ausencia de libertades, lo democrático es la toma de conciencia y la movilización, la protesta, la defensa de las libertades inherentes a la persona y la desobediencia civil a las normas y leyes que atenten contra esas libertades.
La nueva ley que intentan imponernos no sólo ataca las libertades, sino que claramente anticonstitucional, pues incumple con los puntos 21 y 104 de la misma. Del mismo modo, y según el preámbulo de la Declaración de los Derechos Humanos, otorga al pueblo el derecho de desobediencia, e incluso el levantamiento contra el gobierno que intente imponer esas leyes.
Luchar por la democracia y la libertad es oponerse al capitalismo y los privilegios de unos pocos frente a los derechos de la mayoría. Esto es lo que intentan ahora evitar con esta ley. Detrás de ella vendrá el intento de una nueva regulación de la huelga, que acabará con el derecho de huelga, como así vienen pidiendo Botella, la CEOE, y Aznar.

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