Lamentable la actuación del señor Del Bosque y sus colaboradores ensuciando la trayectoria de la selección con una maniobra "a lo macho", una vergonzosa imposición de fuerza que causa risa y estupor, justamente en la cancha donde mejor se recibió a la campeona del mundo y se le homenajeo antes del partido. El señor del Bosque presentó tal vez su cara oculta, se pasó las ley por donde quiso e hizo siete cambios en lugar de seis, y no fue por error, ya que ante el reclamo del técnico de Sudafrica, en lugar de pedir disculpas "lo matonearon" e hicieron igual un cambio que no debían hacer ante la indecisión de un arbitro falto de carácter que no actuó como debía. Si bien era un partido amistoso a estos se los considera "amistosos oficiales" y solo se permiten seis cambios, esta es una reglamentación internacional. Yo que tengo varias décadas de futbolero jamás había visto algo así. Del Bosque hizo siete cambios "con dos cojones" y se cargó el reglamento a sabiendas. Esto no hace ni siquiera en partidos de barrio de casados contra solteros. Espero que en el próximo partido donde vaya perdiendo la roja, no se lo ocurra poner doce jugadores, o mejor catorce, claro que está demostración de fuerza, típica de un mafioso, la puede hacer con Sudafrica, no lo veo imponiéndose de prepo con otros países de más categoría.
Lamentablemente esto no tendrá la transcendencia que debería tener, no se hablará de ello, no se lo criticará abiertamente, porque Del Bosque es "un señor muy serio y muy correcto"...fijense que incluso lo convirtieron en marques, como premio, como si un título nobiliario fuera gran cosa hoy en día, pero el señor serio y correcto mostró la hilacha. Lo que buscaba este señor era que la selección no perdiera, pero aún así perdió, porque sus jugadores están cansados físicamente y hartos de ser los payasos de este circo, de este parque temático ambulante que juega partidos para reforzar la imagen de un genocída en Guinea Ecuatorial y viajar después otros miles de kilómetros para ir a Sudafrica con un claro afán recaudatorio. Ayer no perdieron los jugadores de la roja, perdió la imagen de España.
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