Entre otras muchas causas, como la salud o el ver una mujer bonita con esos ojos de "agua que no has de beber dejala correr", o desear entrar a la cancha y correr detrás de una pelota como unos decenios atrás, o darse cuenta que hay que estar pendientes de las putas pastillas ,contra el colesterol, la presión, limpiar los anteojos, que ya las manos no te permiten cortar un clavo con una tenaza, o reconocer que ya no se puede esto y aquello, creo que lo peor es reconocer con dolor, que la vida esta girando sobre la misma rueda de fraudes, descubrir que nada cambia es frustrante, no para los que ya lo vivimos sino por ver que una y otra vez vuelven engañar a la gente con trucos harto conocidos. Durante casi cuatro décadas escuché en Argentina los mismos cuentos que vuelvo a escuchar en España hoy en día. Allá hubo en ministro de economía de nombre Alsogaray, que le pidió a la gente un poco de paciencia diciéndoles que "hay que pasar el invierno", que había que ajustarse el cinturón, luego vino otro y otro más que les dijo a la población que los números de la macro-economía iba bien, mientras la clase obrera se hundía y las villas miserias se expandían vertiginosamente, vino otro que les contó el cuento a los argentinos que la privatización de las empresas públicas, eran la gran solución, que con previas campañas de deformación de la opinión publica hasta que el más patriota la terminó pidiendo y se privatizó todo, hasta que muchos años después se dieron cuenta que a los privados les interesaba poco o nada, dar buenos servicios y que lo suyo era ganar dinero como sea incluso desmantelando dichas empresas. Hoy vuelvo a escuchar otra vez lo mismo, aunque es cierto que con un maquillaje idiomático, no exento de creatividad, antes, cuando la economía se iba al carajo, era que estábamos en números rojos, ahora es un "crecimiento negativo". Y esto que les cuento duele, desilusiona, tira el ánimo al suelo, pues uno ve que después de tantos años de vida, el engaño sigue siendo el mismo y millones y millones de personas siguen mirando fijamente en que cubilete de los tres está la bolita que mueven estos trileros de feria y una y otra vez la gente tropieza con la mismas piedras y discuten y se matan por defender a un partido u otro, aunque uno y otro no demuestren otra cosa que hacer verdad aquello que dice: El mejor modo de acercarse al dinero de los demás es entran en la política".
Es lo malo de que nada cambie, y nada cambiará si la gente del pueblo no cambia y sigue escuchando a los trileros económicos y religiosos...¡es lo que hay!
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