Desde joven siempre fue mi deseo conocer la Patagonia austral,
tierra que siempre considere misteriosa y a la vez mágica. El destino se encargo
que este anhelo de juventud se cumpliera y fue así que al terminar mi Curso
Básico del Oficial Subalterno tuve la oportunidad de elegir mi destinación en
una unidad con asiento en esas tierras.
En
Enero de 2001, emprendí el viaje a mi nueva destinación, al Regimiento de
Caballería Blindada N° 5 “Lanceros” de Puerto Natales. Durante el viaje pude
apreciar la geografía de estas lejanas tierras y la imponente belleza de sus
paisajes.
Siempre ha sido mi costumbre recorrer con cámara en mano las
ciudades en las cuales me ha tocado vivir o he tenido la oportunidad de conocer.
Y puerto Natales no fue la excepción. Una vez instalado, tome mi cámara y salí a
caminar. Durante mi recorrido por la ciudad me encontré con un curioso letrero
blanco escrito en hebreo, que estaba instalado en un poste eléctrico casi al
frente de la Comisaría de la ciudad. Esto me hizo recordar inmediatamente las
frecuentes visitas de militares israelíes a nuestra Patagonia. En el acto tome
una fotografía de este “interesante” aviso. Me acerque al letrero y lo único que
se podía leer en español era: “Magallanes 646”. Inmediatamente conseguí un mapa
de la ciudad y ubique la calle que se encuentra detrás del hospital. Me fui
caminando y encontré la dirección. Resulto ser un hostal llamado “Mónica” que
tenía en su ventana un letrero en hebreo. Me llamo la atención que al lado de
este “Hostal” habían 02 camionetas Ford blancas con sus vidrios polarizados. Me
dirigí al acceso del hostal y vi una patente de “Expendio de Bebidas
Alcohólicas” y la leyenda “Fuente de Soda”. Como la puerta estaba cerrada golpee
y me abrió la puerta una mujer. Le pregunte si podía pasar a tomar una bebida y
ella me dijo que no, porque “era un local exclusivo para israelíes”. Le
replique que si en el exterior dice « Fuente de Soda » cualquier persona podría
pasar. Me insistió que no se podía ya que “nos pagan por mantener la
exclusividad, además mi hijo viaja todos los años a Israel y le pagan todo”.
Ante la respuesta de la mujer no tuve más opción que seguir con mi recorrido por
la ciudad.
Los
viajes pagados son una excelente forma de “convencer” a nuestros compatriotas.
Esto no sólo pasa en la Patagonia, también pasa en el Congreso, en donde todos
los años son invitados diputados y senadores a Israel, con todos los gastos
pagados para que conozcan el “vergel del medio oriente”. Realmente es eficiente
el lobby israelí en el congreso y su proceso de “lavado de cerebro” respecto a
lo que realmente ocurre en Palestina. La actividad de este lobby coincide con
la extraña celebración del Januka en la Moneda el pasado mes de
Diciembre.
Meses después tuve la oportunidad de conversar con un suboficial
de Carabineros que estaba destinado en el Retén de la villa Cerro Castillo.
Durante la conversación le pregunte por las frecuentes visitas de “turistas”
israelíes a la zona. El suboficial inmediatamente me dijo: “no me diga nada
mi Teniente, estos tipos son de lo peor”, sorprendido le pregunte que le
había pasado para tener esa opinión y me contó que en una oportunidad pasaron
frente al reten 10 israelíes y uno de ellos se acerco a la guardia a pedir una
“pita” para amarrar sus carpas, ya que habían perdido las suyas. El suboficial
les dijo que no tenían y el israelí se retiro. Al minuto se acerca otro
carabinero y le dice al suboficial que salga en forma urgente. Al salir, ve al
mismo “turista” arriando nuestra bandera para sacarle la driza y llevársela. La
reacción de Carabineros fue inmediata, procediendo a golpear a los israelíes, lo
cuales no se defendieron y solo pidieron que no los denunciaran a la embajada.
Esto demuestra claramente la prepotencia y el nulo respeto que estos “turistas”
tienen por nuestro país. Por eso les da lo mismo quemar 14 mil hectáreas de un
parque nacional.
Estas situaciones me hicieron recordar las pretensiones
territoriales que históricamente ha tenido el sionismo en nuestra Patagonia y me
demostraron que el “Plan Andinia” más que una creación de nacionalistas
trasnochados es una inquietante realidad.
Estas situaciones lógicamente las comente con mis camaradas de
armas y mis superiores. Mis camaradas de la Escuela Militar ya estaban al tanto
de las pretensiones israelíes, por mis continuos “discursos” nocturnos en las
cuadras de la escuela sobre este tema. Los otros oficiales lo tomaban a broma y
me decían que estaba viendo “enanitos verdes”. A través de un amigo, recibí un
folleto titulado “Se acabo Chile”, publicado por el escritor Miguel Serrano, en
donde se daban datos específicos sobre esta intromisión sionista en el sur de
Chile. Como recibí varios ejemplares los repartí entre los oficiales de la
unidad. Las bromas continuaron, pero una semana después ya algunos empezaron a
preocuparse sobre este tema y no hicieron más bromas. Como era de esperar, el
S-2 del regimiento comenzó a poner ojo en mis actividades privadas y
profesionales. Tiempo después, mientras estábamos realizando un asado de
camaradería en el Casino de Oficiales, pasaron frente a nosotros dos camionetas
Ford blancas (las mismas del hostal) con sus focos encendidos, llevando el
chofer de la primera camioneta la bandera israelí flameando en un mástil. Todos
los oficiales vieron esta escena y una vez que pasaron las camionetas, todas las
miradas se centraron en mi, ante las cuales conteste: “ven, esto no es
broma”.
Muy
cerca de Puerto Natales hay un pueblito argentino llamado “Río Turbio”, al cual
muchos de nosotros íbamos a esquiar. En una oportunidad partí demasiado temprano
y encontré el centro de esquí “Valdelen” cerrado. A pocos metros estaba el
cuartel de la Gendarmería Argentina y de guardia estaba un suboficial, el cual,
al verme solo y esperando, me hizo una seña para que me acercara. Lo hice y me
invito a tomar un mate para pasar el frío. Mientras tomaba mi mate llego un
oficial, el cual me saludo y me pregunto en que andaba. Le explique que venia a
esquiar y como había llegado muy temprano no tenia donde siquiera tomar un café.
El Teniente se sienta a conversar con nosotros y realmente no pude evitar hacer
una pregunta y le dije: “¿Que pasa con los israelíes en la Patagonia?”. El
Teniente y el Suboficial se miraron y sonrieron. El oficial me hablo sobre la
gran influencia sionista en la Provincia de Santa Cruz, de las ventas del 20% de
los territorios de esa provincia a inversionistas israelíes (en esa época era
Kirchner el Gobernador), de las constantes visitas de “turistas” israelíes a la
provincia y del irrefutable cumplimiento del “Plan Andinia”. Además me comento
que es de conocimiento general en las fuerzas armadas argentinas el plan
sionista de usurpación territorial, lo que contrasta con el desconocimiento que
tiene el personal de nuestras Fuerzas Armadas al respecto. Esta afirmación
coincide con la declaración del ex Comandante en Jefe del Ejército Argentino,
General Roberto Bendini, quien declaro: “Pequeños grupos israelíes pretenden
quedarse con la Patagonia”, quien por presiones del lobby judío argentin tuvo
que dejar su cargo.
En
Chile es conocida la compra de grandes extensiones de terreno por el
“filántropo” ecológico Douglas Tompkins. Es de conocimiento público que la
ecología no es la verdadera motivación de sus compras. El no es el único, hay
otros extranjeros y nacionales vinculados al sionismo que también están
adquiriendo tierras en Chile y Argentina.
Meses después me fui de vacaciones a Santiago a ver a mi familia
y al término estas decidí volver a Puerto Natales en barco. Por esta razón,
viaje a Puerto Montt para embarcarme en el buque “Puerto Edén” de la empresa
naviera “Navimag”. El viaje tendría una duración de 03 días. Al subir al barco
me encontré con la sorpresa que había 10 pasajeros israelíes abordo que también
tenían como destino Puerto Natales. Me toco compartir mi habitación con un
holandés y un español, los cuales fueron mis compañeros durante todo el viaje. A
la hora de la cena bajamos al comedor y nos encontramos con los “turistas”
israelíes ya comiendo. Estos durante la cena trataron de mantener la distancia,
pero la aparición de un Pisco Sauer que traía el holandés rompió el hielo con
los israelíes. Anthal, el holandés errante como lo apode, se acerco a ellos y
les ofreció pisco. Aceptaron y durante una hora compartimos con ellos. Al
parecer el pisco les soltó un poco la lengua ya que nos comentaron que eran
soldados y que estaban de viaje por Sudamérica, siendo su mayor interés y
atracción la Patagonia chilena y argentina. Como es natural, yo nunca comente mi
pertenencia al Ejército y tampoco les hice preguntas muy incisivas sobre sus
actividades. Al parecer les caímos bien a estos “turistas”, ya que nos invitaron
a compartir con ellos en su hostal exclusivo que tenían en Puerto Natales. En el
acto me acorde del hostal “Mónica” al cual no se me permitió ingresar meses
antes. Afortunadamente coincidió que nos estaban invitando al mismo
hostal.
Al
día siguiente, me dirigí al puente de mando del buque y me encontré con la
sorpresa que al Teniente Primero que estaba ahí, lo había conocido en una comida
realizada en la Escuela Naval, en la cual comentamos el Plan Andinia con algunos
oficiales de la Armada y el Ejército. Le hable de esa actividad y del tema
tratado en ella, acordándose claramente de la comida y del tema conversado.
Durante nuestra conversación en el puente, me hablo de lo desagradables que son
los “turistas” israelíes como pasajeros, del robo de jabones, almohadas,
sabanas, etc. Y de que claramente no son simples turistas que están pasando un
“año sabático” antes de entrar a la universidad. Opinión y preocupación que
compartí absolutamente con el, de acuerdo a mi experiencia y conocimientos
sobre el tema.
Al
llegar a Puerto Natales, Anthal me dijo que el se iría con los israelíes y que
el hostal quedaba en la calle Magallanes N° 646. Le dije que muy bien y me
indicó que la comida estaba programada para las 22:00 hrs.
Esta
era mi oportunidad de conocer el famoso hostal y de ver el tipo de apoyo
logístico con el que contaban tan “ilustres” visitantes. Llegue a la hora
programada y me dispuse a tocar la puerta. Abrió Anthal la puerta y al verme
exclama: “¡Y tu!”, esto se debió a que llegue al hostal con mi uniforme de
combate y no podía creer que era militar. Ingrese y Anthal me dijo que estaban
en la cocina, me dirigí a ella y antes de ingresar me pare en el umbral de la
puerta y les dije: “¡Buenas noches!”. La cara de asombro de los israelíes fue
increíble, ninguno de ellos me saludo y se miraron entre ellos sin decir ninguna
palabra. Me quedo muy claro que no esperaban una sorpresa así, es más me dio la
impresión que se sintieron burlados. A continuación les dije que agradecía la
invitación pero que por motivos del servicio no me podía quedar. También les
comunique que estaba claro que sus visitas a la Patagonia eran de carácter
militar y no turístico. Ninguno de los presentes me respondió y me retire del
hostal.
Con
esta actitud me quedo muy clara la verdadera misión de estos “turistas”. En la
prensa e Internet hay gran cantidad de información que corrobora todas las
sospechas que existen sobre las visitas de los israelíes a nuestra
Patagonia.
Mi
interés por las exploraciones de los israelíes me comenzaron a traer algunos
problemas en el Regimiento, tal cual como los tuve años antes en la Escuela
Militar. Esto me significo esporádicos seguimientos y “marcaciones” por parte de
la Inteligencia Militar.
Meses mas tarde, tuve la oportunidad de conocer por obligación
la avanzada del CMT (Cuerpo Militar del Trabajo) que estaba trabajando en la
construcción de un camino en la zona de Puerto Natales. Al mando de la avanzada
estaba un Teniente, con el cual tuve oportunidad de compartir, debido a que
éramos los únicos oficiales de la avanzada. Inevitablemente en la conversación
toque el tema de los “turistas” israelíes y me pregunto si tenia mayor
información al respecto, ya que no manejaba mucho el tema. Le entregue un CD con
documentos, el cual se quedo revisando durante la noche. Al día siguiente,
después de la iniciación de servicio, fuimos a su oficina a conversar. Me dijo
que había quedado muy impresionado y a la vez muy preocupado por la información
recibida y se acordó que en una oportunidad, mientras se construía un camino en
otra zona de la Patagonia, su avanzada recibió la visita de unos funcionarios
del gobierno y de una pequeña delegación de militares israelíes. Me dijo:
“¡Ahora entiendo por qué llegaron israelíes a la avanzada!”. Me comento
que siempre le pareció extraña esa visita, pero ahora le quedaba muy claro por
qué llegaron a “supervisar” la obra.
Meses antes de mi “retiro” del Ejército, me dieron la misión de
acompañar a un oficial del CIM (Comando de Institutos Militares), que venia a
Puerto Natales a tomar las pruebas para la postulación a un curso de
especialidad secundaria. Debido a que este oficial era especialista en
inteligencia, le consulte directamente si tenía información sobre las
actividades de los israelíes en el sur. Este oficial me responde: “¿Ud.
quiere llegar a Coronel?”, yo le respondí que si y este me dice:
“Entonces no se meta en cosas que no le corresponde”. A buen entendedor
pocas palabras y no pregunte más.
Luego, después de una serie de incomodas y lamentables
situaciones, fui llamado a retiro de la institución, en medio de persecuciones,
calumnias, irregularidades, detenciones, etc., que terminaron con mi salida
obligatoria y bajo amenaza de la Provincia de Magallanes. A tal punto llego esta
situación, que fui escoltado por personal militar hasta la sala de embarque del
aeropuerto, siendo claramente advertido que si volvía a la provincia sería
detenido por personal militar. Posteriormente supe que tomaron esta medida ya
que sabían que yo pretendía hacer una campaña de denuncia en la ciudad sobre
este tema.
Considero que todo patriota chileno y argentino tiene el deber
moral de informarse y oponerse a las pretensiones territoriales de cualquier
potencia extranjera sobre nuestro territorio. Aquellos que tienen y tuvieron el
honor de vestir el uniforme de la patria y que juraron ante nuestra sagrada
bandera tienen una obligación aún mayor. Este juramento no se extingue por estar
en condición de retiro, el juramento es para toda la vida y sólo se extinguirá
con la muerte de quien ha jurado. En este moderno mundo materialista en donde la
posición social y los bienes son mas importantes que el honor, muchos hombres de
armas y patriotas han perdido el norte y miran hacia a un lado cuando el deber
les exige cumplir con su deber o con su juramento. Un soldado sin honor, es un
simple mercenario del poder del dinero. Un soldado con honor, es capaz de
sacrificar su vida por la patria y desechar las conveniencias personales,
económicas y sociales por cumplir con su deber. Quien siente miedo ante el
enemigo y prefiere la comodidad social y económica antes que el honor, no puede
ser patriota y menos aún un soldado.
He
escrito este breve relato con la intención de dar a conocer mi experiencia sobre
este tema, con la convicción que esta intromisión extranjera debe ser
investigada, denunciada, controlada y detenida por los estamentos competentes.
Si miembros de la clase política ya han dado la voz de alerta, es tiempo que
nosotros hagamos nuestra parte para que este plan salga a la luz y se tomen las
medidas correspondientes.
¡PATAGONIA SIN SIONISTAS!
Colaboración de
Por si NO QUEDA CLARO...el militar que habla en primera persona es CHILENO. Puerto Natales ES CHILE. Rio Turbio sí es Argentina. Escribo esto ya que YO, (A DIFERENCIA DEL ABUELO, que dice que tengo malas costumbres, pero él, QUE SE JACTA QUE LO LEEN DE MUCHOS PAISES, en su p*ta vida aclara cosas que para un español serán obvias, pero PARA QUIEN NO VIVE ALLÁ, P.U.E.D.E.N. PARECER EXTRAÑAS...)
ResponderEliminarAbuelo, HAY UN DICHO que dice que para una persona persona que VIVE TRABAJANDO CON UN MARTILLO, todos los problemas LOS VÉ COMO CLAVOS.... los milicos, chilenos o argentinos, SIEMPRE VEN CONFLICTOS MILITARES LATENTES, reales o imaginarios...
No obstante, para mí, son mas preocupantes los ingleses o BENNETONES que se adueñaron de gran parte de la patagonia argentina.
Ahhh....y vuelvo a aclarar, esas "invitaciones a congresistas" del texto, SE REFIEREN A CONGRESISTAS CHILENOS.
Aqui NO HAY REFERENCIA a cosas de ese tipo, ni en medios oficialistas ni en opositores.
Siempre una hipótesis de conflicto ES BUENA EXCUSA PARA GASTAR DINERO EN ARMAS QUE LUEGO TERMINAN USANDOSE CONTRA EL PUEBLO... eso está vigente en Chile, aún, ya que las fuerzas armadas JAMÁS FUERON JUZGADAS COMO EN ARGENTINA.....
Es bueno que lo aclares también, Abuelo.
No subestimes a los lectores españoles...ni de ningún lado, seguro que entienden muy bien cual es la idea. En Argentina las fuerzas armadas se juzgaron, si, pero mal y tarde. Los ingleses y los USA fueron los creadores del estado de Israel en Palestina, y comenzó siendo una hipótesis de guerra, eligieron Palestina por ser "la tierra prometida", pero eso no quita que quieran " otra tierra de más calidad" ¿podría ser? Tampoco quita que los chilenos sean aliados de los israelitas y en su momento sean uno solo contra la Argentina¿podría ser? Todas son hipótesis...claro. Sin embargo es llamativo que los grandes capitales judíos estén en la milla financiera de Londres y que cuando cuadra se acuerden de las Malvinas y del atentado de la AMIA.
ResponderEliminarBenetton y otros semejantes no son el peligro, pues ellos venderían sus tierras al mejor postor. Hoy por hoy, Argentina no tiene ningún apoyo internacional, está sola y débil y sabes muy bien que el futuro del mundo se decide en USA y sus aliados importantes (Inglaterra e Israel) el resto solo aplauden...pero ¡tranquilo!, son solo hipótesis de "cuatro locos"....pero cuatro locos que deciden como y donde se corta el bacalao.