Tal vez la medicina tenga mucha razón y beber alcohol sea malo para la salud, pero tambien lo es smog, y el el muy tóxico cadmio que envena las ciudades donde millones de neumáticos lo expulsan constantemente y el veneno queda flotando a menos de un metro de altura, el cadmio como el caucho volatil, el gasoil o la gasolina a medio quemar justo la altura en la cual circula por la acera un bebe en su cochecito, empujado por una madre que con toda la ilusión y responsabilidad lo saca a pasear para que crezca sano y tome el aire. La medicina seguramente tiene razón en el asunto del alcohol, el tabaco, las drogas, el exceso de grasas, la falta de movilidad corporal etc.etc.etc., tal vez tenga razón si sus estudios y consejos no están pagados por Danone que nos tiene a todos pegados detrás del Danacol y vivimos perseguidos por el colesterol. Sin embargo esto no va de la salud aunque lo haya encabezado a modo de preambulo, mas bien va de esas personas que no beben alcohol por miedo a perder el control, "yo no bebo para no decir pavadas..o algo peor" me dijo un amigo hace muchos años.
- Vete a Barcelona y ten cuidado, el tigre te invitará a beber cerveza hasta que te caigas, después querrá sacarte información de la empresa.- me dijo mi jefe allá por los años setenta y cinco cuando yo trabajaba para una empresa en Venezuela.- pero si tu le aguantas y el mamao es él, le puedes sacar la información que queremos.-
El viejo barcelonés apodado "el tigre" por ser un depredador comercial, es verdad que tenía aguante para la bebida, la cita no se hizo en su empresa sino en un bar y me atacó con cervezas primero y wiskis después, tenía aguante el viejo, pero estaba viejo y su sangre ya traía altas dósis de alcohol y yo apenas tenía veinticinco años, por lo tanto el viejo felino terminó contandome su vida íntima, las peleas con su mujer, la querida que le sacaba los cobres, la competencia que cada día era peor, los impuestos que lo comían y todo lo que aspiraba a ganar a costa de la empresa que yo representaba, al final de la noche lo tuve que cargar a rastras hasta un taxi.
La ocasión mi sirvió para saber que ese hombre no era ningún tigre, era ni mas ni menos un hombre más, con los mismos miedos y ambiciones, como somos la mayoría de nosotros, pero si algo me llamó la atención fue lo que me dijo al otro día, me llamó a su oficina a media tarde y me preguntó ¿dije algo inconveniente anoche?¿te ofendí? ¿te molesté?-
- Nada de eso...lo pasé chevere.-
- Yo se que no debo beber para hacer negocios...pero no tengo nada que ocultar y ese es un lujo que pocos se pueden dar.-
Esa noche mientras conducía de regreso me puse a pensar que un hombre no debe tener a miedo a perder el control y que si el alcohol lo ayuda a decír cosas inconvenientes, es quizas, porque sobrio no tiene el valor de sincerarse y que sino lo hace es, quizás, por cobardía de mostrarse como es, o porque tiene pensamientos ocultos y sucios que esconder. Todo un dilema, que nos lleva a la vieja pregunta de...."¿ser o no ser?...esa es la cuestión". Si no me emborracho soy buena persona...si me emborracho puede ser que sea una mierda y eso no es políticamente correcto, no conveniente en una sociedad hipócrita. Y ahora que ya daba por terminado esto, me viene otra historia a la cabeza.
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- Si tomo vino se me va la cabeza ¿viste?- me dijo una vez una noviecita argentina que tuve hace ya como mil años.
-¿Y cual es el problema?- le dije.
- Es que..es que...me convierto en una degenarada sexual ¿viste? ¿y vos que vas a pensar de mi?... por eso me controlo ¿entendés?-
-¡Aaaah...! vos toma el vino tranquila...que yo no pienso.-
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