"Jodeus... Hispánicus"

   En estos días me estoy enfrentando a un desafío que nadíe me provocó, pero que yo, de puro masoquista me dije ¿a que no te lees este libro? y como un valiente encaré un tocho de 1200 páginas de supuesta historia novelada del imperio romano escrita por Santiago Posteguillo que tituló "Los asesinos del Emperador", y no lo voy a recomendar porque es un tortura, no por su calidad, no señor, es porque los que tenemos el hábito de leer en la cama quedamos en condiciones lamentables con nuestras viejas muñecas, antebrazos, biceps, triceps y pectores a los diez minutos de comenzar, lo que me lleva a buscar una alternativa para poder seguír con su lectura, pedirle al cura de la parroquia un apoyalibro, he visto que tiene uno en el altar, tal vez tenga otro y me vendría muy bien que me lo preste. Quiero finalizar ese libro, que me servirá, al menos, para ejercer mi paciencia que es muy necesaria en este momento en España.
Paciencia...paciencia..., ¿es una virtud? ¿o una dejadez bien vista?, no lo sé. Tal vez deba leer más sobre este tema, porque sea virtud o defecto, la estoy perdiendo.
Por fuentes bien informadas, como dicen los periodistas cuando quieren darle un barníz de credibilidad a tanta fantochada que emiten, se que muchos españoles están ejercitando la paciencia y algunos ya están en la linea entre ella y la violencia, pero no se asusten, no pasará nada, no habrá ni grandes protestas, ni paros generales, ni revoluciones armadas, ná de ná. Dice Posteguillo que el pueblo sabía que el Emperador estaba totalmente loco, que de eso no se dudaba, ni en las calles, ni en senado, ni el ágora, ni la emperatriz, ni los gladiadores, nadie dudaba que estaba como una cabra, pero lo soportaban porque era el que más circo ofrecía y que a todos le importaba poco el bienestar de Roma o lo muchos que morían por defender las fronteras del imperio. El detalle es que el circo era de entrada libre y gratuita, y nosotros, casi dos mil años después, pagamos para entrar en cualquier tipo de circo, también sabemos que "de parte del emperador" se repartían panes a los espectadores, lo que nos vuelve a demostrar que al menos la plebe romana era un poco menos gilipollas que nosotros que si queremos ver a los gladiadores del Real Madrid con Cristianus Ronaldus, al frente debemos desembolsillar un riñón y se queremos amenizarlo con un bocata nos cuesta el otro. La plebe española, es por lógica, más paciente, más sufrida, más resignada, o mas gilipollas que la plebe romana de casi veinte siglos atrás.
Cuenta el autor que los romanos no se preocupaban de nada, lo de ellos era circo y pan, pan y circo y lo tenían claro, el emperador era mejor o peor de acuerdo a lo que les daba gratuitamente.
En España desde el 2007 hasta hoy los emperadores "Zapaterus" y Marianus Pontevedrus, no le dan al pueblo nada más que lo que le quitan y lo triste es que se escuchan ¡ Ave Mariunos! por todos lados, tal vez porque este Emperador Peperiano, aprendió a no cometer los errores de Caligula, Domiciano o Nerón que mandaban asesinar a todos los senadores, pretorianos, o generales que les hicieran sombra o lo contra dijeran o pusieran en duda sus palabras, sus órdenes o su cordura, Mariunus es más astuto, sabe repartir oro, proteger a su entorno, ocultar las grandes bacanales, tener contentos a los pretorianos, y eso demuestra que algo hemus avanzadus en dos mil años, ya no se asesinan emperadores, y como dijo la senadora Fabra de la familia de los Andrea..."Jodeus hispánicus"