Ya no me queda nada de aquella España imaginada en mis recuerdos de emigrante, de niñez arrancada.
Nunca se vuelve donde se fué feliz y yo volví.
¡Craso error de inmigrante nostálgico!.
Ya no es aquella España de mis recuerdos infantiles donde el campo era verde y en casa olía a romero, azahar y a tierna albahaca.
Hoy España que es presente, ya no me huele como olía.
¡Quédate donde estás, inmigrante, no regreses...
Tal vez así, en tu mente, aquella España perviva.
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