Hace unos días me comuniqué con un viejo amigo, del que hacía muchos años que no tenía noticias.
-¿Como estás?-
-Bien, por ahora, sigo vivo...-
-¿Sigues viviendo en el mismo lugar?-
-Pues si, aquí sigo... Aunque este barrio ya no es lo que era, se ha puesto más peligroso que ser periodista en México-.
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Esto que me dijo me sigue dando vueltas y me llevó a pensar en los 80 muertos en los últimos diez años y en los 17 periodistas desaparecidos en uno de los países mas desarticulados del mundo latinoamericano, que sin embargo no tiene la misma mala prensa que otros. México ya no es un país tal como imaginamos que debe ser una nación normal,en realidad es un círculo de corrupción entrelazada donde es difícil saber quien es quien, donde la vida vale poco y donde mantener una idea de honestidad, en cualquiera de sus aspectos es muy difícil. México no tiene a las instituciones como garantía de orden, de equidad, de justicia o de fomento del bienestar social. El estado como tal es una ilusión, las instituciones funcionan controladas por mafiosos y políticos o políticos y mafiosos, da igual el orden pues el resultado es el mismo.
Desde el gobierno mismo se puede robar el petróleo como si PEMEX fuera un negocio privado, el mismo gobierno blanquea el dinero de la droga o la venta de armas, pues son estos comerciantes que junto a otros poderosos corruptos del mundo empresarial, financian a los partidos políticos. En México la vida vale hasta que los para-militares que trabajan al servicio del gobierno decidan si ya le llegó el momento de que se lo lleve la parca, o si no son estos son los cárteles de la droga, o un malandra cualquiera que pasaba por ahí y dice "a este lo hago finado". En México conviven descontraladamente la vida y la muerte con una naturalidad que espanta.
Ya no es un país, es un cambalache, con una vidriera irrespetuosa donde se vende todo, incluso la vida, al mejor postor.
Por eso desde este blog le hago llegar mi admiración a esos hombres y mujeres que se la juegan de verdad. Eso si es ser periodista y amar la profesión en su máxima expresión.
http://es.rsf.org/report-mexico,184.html
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