Al final lo han logrado, tanto inventar enemigos, para justificar guerras, tanta seguridad, para eliminar libertades han conseguido que vivamos nerviosos y asustados como una lombriz en un gallinero. Y el pánico cunde en cuanto vemos un ropaje diferente o unos rasgos árabes, o un posible asesino en un niño (si es negro mucho más) que juega con una pistola de juguete y hasta se justifica que un policía lo cueza a balazos por "prevención".Como ciudadanos deberíamos replantearnos si eso de buscar la seguridad, no es peor que aceptar que nada es seguro en esta vida. Que convivir entraña riesgos y que disfrutar de la libertad se cobra algunas vidas de vez en cuando. Deberíamos revisar sino son más peligrosos los que nos educan en el miedo que la misma realidad en la que vivimos. El miedo a la inseguridad y a las pérdidas es todo un negocio, no debemos olvidarnos de ello, solo hay que mirar el sencillo ejemplo de una empresa de seguros, tienen una variante tan grande de ofertas de posibles siniestros que si usted se quiere asegurar contra el miedo, seguro que le inventan un póliza, tienen una oferta tan amplia, que si pagáramos por todos los posibles siniestros no haríamos más que trabajar para pagar pólizas. Con miedo se vive menos y se justifican más negociados turbios, como guerras y estados militarizados.
Pero es también una cuestión personal, una filosofía de vida. Yo prefiero vivir lo más libremente posible hasta que llegue el final, algo incierto en tiempo y circunstancias, algo que aún las genios de los cálculos no lograron definir. Otros preferirán medio vivir mucho tiempo... y muy seguros.
http://verne.elpais.com/verne/2016/02/08/articulo/1454970839_372048.html
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