Las grandes potencias despliegan en tableros de otros países su partida en busca de una redefinición geoestratégica mundial. Son movimientos de una nueva “guerra fría” que – según señala Andrés Piqueras, profesor de Sociología y miembro del Observatorio Internacional de la Crisis- pueden llegar a desencadenar conflictos nucleares localizados.
Irak, Chipre, Libia, Siria; ahora Ucrania y Crimea; más pronto a más tarde, Venezuela. Son algunos de los escenarios donde en forma de golpe de estado, guerra civil o “corralito” financiero, Estados Unidos se resiste a perder su hegemonía, ligada al dólar y al control del petróleo y las materias primas. China y Rusia son los otros actores principales en esta fase de capitalismo mutante que, a riesgo de jugar con el colapso económico y la creación de estados fallidos, puede devenir en capitalismo suicida.