Hace unas horas una persona me dijo: "Aclárese amigo, a veces está con el Papa y otras veces le da caña". Lo que me dejó sin respuesta ante la sorpresa de tan poca visión de la realidad. Que yo sea ateo y no crea ni en Dios y mucho menos soporte las religiones, no significa que sea tan inocente o cuadrúpedo orejudo para no reconocer el poder monumental de un Papa católico. Que no me guste Francisco por su trayectoria en Argentina, no significa que no aplauda lo que considero que hoy está haciendo bien, ya que casualmente o no, está refirmando conceptos y valores por los que yo, simple ciudadano, vengo publicando hace años. Que un Papa llame la atención del mundo, sobre el castigo inmerecido hacia los homosexuales, que diga que hay que darle mayor protagonismo a la mujer dentro de la iglesia, y que proclame que estamos viviendo bajo una economía mundial todopoderosa y que envía a la miseria y a la muerte a miles de millones de personas en el mundo, que diga que el capitalismo salvaje es una atrocidad que se burla de todos los valores éticos...
¿como no voy a aplaudir esas palabras?. Lo que importa es el mensaje que está enviando al mundo, aunque sea solo para el mundo de los católicos pero solo con eso, su mensaje llega a 1200 millones de personas que creen en él y su iglesia. Si este Papa sigue enviando esos mensajes y además hace algo mas que hablar para mejorar el mundo, yo seré un nuevo admirador de este señor, aunque siga sin creer en ningún Dios, ni pise nunca una iglesia o una mezquita y si por conseguir el respeto y la igualdad de todas las personas y que la economía mundial sea más justa y solidaria, ¡me asociaría hasta con el diablo si fuera necesario!, esto es lo que en política se llama aliarse, pactar o negociar con el partido rival, pero que quede claro, solo en algunos puntos, y por mal que le pese a muchos, ¡todo es política! incluso en la vida cotidiana hacemos uso diario de actos políticos. Queda aclarado...¿verdad?
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