El amor y la amistad...son como mi huerto.

   A menudo nos quejamos de muchas cosas, entre ellas la soledad que a veces nos acorrala y que en un momento de debilidad nos hace sentir que no somos queridos. Aunque esa soledad se quizás, en gran parte culpa nuestra, unas veces por dejadez, otras por broncas pasajeras y otras muchas por pretender que nuestros amigos o parientes no sean o actúen como nosotros deseamos. Olvidamos los pequeños gestos, nos dejamos llevar por la comodidad y nos justificamos con ... "estaba ocupado" o... "se me pasó", siempre encontramos un pretexto para no alimentar los sentimientos. Non la pareja, ni se nos pasa por la cabeza los pequeños gestos de volver a enamorarla, ¿para qué? si damos por sentado que ya sabe que la queremos, con los amigos o la familia nos sucede otro tanto y al primer problema cortamos relaciones y solemos enrrocarnos en una posición dura, a veces mucho más dura, que la controversia en si misma. Es que somos animalitos de sangre caliente y reaccionamos como mulas, y damos por verdad absoluta que el otro no tiene derecho a fallar, aunque nos adosamos ese derecho para nosotros y le buscamos la explicación adecuada para sentirnos bien.

   Ayer fue mi cumpleaños y tuve la fortuna de poder pasar una velada estupenda por lo que no debo quejarme, rodeado de familia y amigos, pudimos disfrutar de una mesa larga y sin tiempo, poblada de risas libres, sin embargo me faltó gente en esa cita, gente que dentro de unas horas o unos días se disculparán por no estar presente ni siquiera a través de e-mail o una llamada y deberé escuchar algunas frases hechas para justificar ese olvido, y haré todo lo posible para ser convincente en la disculpa.

   Es que a veces se nos olvida que el amor o la amistad, dan trabajo, que como mi huerto requiere que este pendiente de él a diario para entregarme sus frutos, que mas que frutos son un canto a la vida. Tal vez a usted también le pase que vive en una locura de tareas y le falta el tiempo y se olvide abonar la amistad, sacarle las malezas que se comen los nutrientes y eliminar las plagas que intentan comerse el fruto del amor o la amistad, intente que no le pase pues cuando el olvido es recurrente puede que coseche soledad.