Cifuentes y el código de Hammurabi
En el mejor estilo Aguirre, es decir, aplicando la teoría de la relatividad al código de circulación, Cristina Cifuentes acaba de alumbrar un nuevo y temerario concepto que podría denominarse “accidente semántico”. Según ella, una colisión no es tal colisión si quien conduce es el hijo de un ministro; entonces se denomina “rozadura”. Es sorprendente la originalidad con que esta gente mima las conductas delictivas de los suyos; recuerda esas improvisadas defensas de algunos grandes abogados de la mafia: “Mi cliente no agredió a esta mujer, señoría. Al contrario, fue ella quien le golpeó repetidamente en el puño con la nariz hasta hacerle pupita”. De hecho, según Cifuentes, un conductor después de un choque, en vez de esperar a la policía, puede reanudar la marcha siempre que papá sea ministro de Justicia y ande por allí cerca.Un caso parecido fue el que salió ayer a la luz: la agresión sexual que acabó desembocando en el indulto de un guardia civil que se descojonaba vivo de risa grabando con el móvil mientras el violador iba palpando cacha con una mano y repartiendo puñetazos con la otra. Eso tampoco fue colisión, sino rozadura, concretamente de la entrepierna de la mujer y del entrecejo del aguafiestas. La esquizofrenia de ir torciendo la realidad a capricho, para que encaje con el guión, en España ya es una forma de gobierno. La dedocracia en su más pura expresión. Parece que el PP en bloque, familiares incluidos, viene en la letra pequeña de ese célebre artículo de la Constitución que declara al rey un palmo por debajo de Dios padre. Del mismo modo que los reyes van seguir siendo reyes después de abdicar, los chavalines del PP también son reyes antes incluso de la coronación. Los reyes del mambo, para ser exactos. Aquí no es que no haya república: lo que no hay es mus.
Al menos, Miguel Angel Rodríguez, Nacho Uriarte y el juez López tuvieron la decencia de parar el vehículo y no darse a la fuga. O a lo mejor es que iban tan mamados que no encontraban la puerta de regreso. Pero desde que Gallardón ha alicatado de moho el código penal para que parezca el de Hammurabi y Aguirre ha inaugurado en la Gran Vía el circuito del Jarama, vivimos en un western, un sálvese quien pueda, un usted no sabe con quién está hablando, agente. No es que hagan caso omiso de la ley, qué va: es que se limpian el culo con ella. Cuando uno de ellos agarra un volante, las calles se transforman en un videojuego y pobre del que se ponga por en medio. Viven fuera de la realidad, fuera de la legalidad, fuera de la línea continua y fuera del diccionario.
Para terminar la lección de gramática urbana, la señora Cifuentes nos ha advertido de la amenaza que supone el programa de Podemos para la credibilidad de España, cuando lo que sale un día sí y otro también en la prensa internacional son menciones a nuestra monarquía bananera, al misterioso big-bang que dio origen a la fortuna borbónica, a las cuentas suizas de Bárcenas, a la corrupción generalizada en todos los estratos del gobierno, al insoportable índice de desempleo, al naufragio judicial del país y a las estafas impunes de la banca. Un día hasta ilustraron el término “chorizo” con una foto del presidente Mariano y los lectores de The Economist ya no sabían si estaban en la página de gastronomía o en la de sucesos. Vista la perspicacia de Cifuentes, parece que la Delegación del Gobierno en Madrid cae demasiado lejos del gobierno: a medio taxi de distancia. De sobra para infringir cinco artículos del código de circulación y cuatro del del Hammurabi.
#1 Comentario por masclaroagua
http://masclaroagua.blogspot.com
#2 Comentario por skepsis
#3 Comentario por rocatagliata
#4 Comentario por Melquíades
Se sienten intocables pues para eso legislan, para protegerse y para que la justicia tenga la venda puesta para ellos a la vez que que la han convertido en el azote de la población. Esta banda de hipócritas en su ansia de dirigirlo todo en sus afanes por no ser pillados infragantis en sus tropelías, se sienten los más aptos para que la inocencia caiga sobre los culpables y la culpabilidad caiga sobre los inocentes.
Como bien señalas en tu artículo esta casta está fuera de la realidad y juegan con la nación como si fuéramos un programa virtual. Pero ya saben que nos hemos dado cuenta de su matrix.
La sociedad ya somos conscientes que organizados y agrupados de forma inteligente "Podemos" hacer que dejen de ser impunes e intocables.
Ellos han abolido la Constitución con subterfugios y han abolido los derechos civiles. Se acerca el tiempo de abolir a los abolicionistas. Los votos de cada uno de nosotros los pondrán por fin en el lugar en el que siempre han merecido estar,es decir, lo más lejos de cualquier cargo de responsabilidad gubernamental.
#5 Comentario por Borzog
Y los españoles, como dijo ayer el Gran Wyoming, somos gilipollas por aguantar esta mafia que nos gobierna.
Saludos
#6 Comentario por REWORR
#7 Comentario por nekere
#8 Comentario por MrNugget
#9 Comentario por bigbear
"Pero desde que Gallardón ha alicatado de moho el código penal para que parezca el de Hammurabi y Aguirre ha inaugurado en la Gran Vía el circuito del Jarama, vivimos en un western, un sálvese quien pueda, un usted no sabe con quién está hablando, agente. No es que hagan caso omiso de la ley, qué va: es que se limpian el culo con ella. Cuando uno de ellos agarra un volante, las calles se transforman en un videojuego y pobre del que se ponga por en medio. Viven fuera de la realidad, fuera de la legalidad, fuera de la línea continua y fuera del diccionario."
Sí, viven fuera de la realidad, y no tienen remedio. Se llama psicopatía:
http://www.sott.net/article/204905-Ponerology-101-The-Psychopaths-Mask-of-Sanity
#10 Comentario por TititoKokoki
Excelente artículo.
Los rojos extremistas es lo que tenéis, que andáis siempre criticando todo. Pregúntale a la Cifú y verás que no pasó nada. Absolutamente nada. Es todo invención de los filo etarras, los de extrema izquierda, los Podemos y secuaces. Incluso es invención de antisistema que no acabáis de entender que el sistema funciona así.
Bromas aparte, creo que de un momento a otro va a suceder una catástrofe. La sociedad está contaminada. Lejos de denunciar este tipo de “agresiones” a la convivencia pacífica, a la libertad, a los derechos y la justicia, a la igualdad, se dedican a imitar a quienes cometen semejantes barbaridades. Se sienten autorizados. Error.
La sociedad deberíamos salir ahí fuera y exigir que sean juzgados y penalizados como cualquier otro ciudadano, sin privilegios ni distinciones. Denunciar incluso a la propia administración, desde la Cifú hasta el propio Presidente del Gobierno, desde el Ministro de Justicia hasta el hijo de éste. Todos, sin distinción. Pero cuando la sociedad se entera de estas cosas y permanece quieta, parada, impasible, la cosa empieza a tener tintes de desgracia, de catástrofe.
Estamos enfermos, estamos contaminados de mediocridad.
¿Dónde está ahora el PSOE?. ¿Dónde están los jueces progresistas?. ¿Dónde están las plataformas ciudadanas?. ¿Nadie va a poner el grito en el cielo, parar esto de una vez y convocar a los españoles a reclamar justicia e igualdad?.
¡¡Ah, claro!!, estamos muy ocupados por saber si la roja pasa la siguiente eliminatoria, estamos demasiado ocupados en averiguar el color del traje de la nueva reina, estamos demasiado entretenidos esperando impacientes la coronación y estamos distraídos en cualquier otra gilipollez que no nos va a arreglar el futuro. Ya lo dijo ayer el Gran Wyoming: Somos gilipollas.
Gracias por tu nuevo y genial artículo.
Saludos cordiales.
#11 Comentario por alvagarci
#12 Comentario por francisco alcocer
Como dijo ayer el Gran Wyoming: "somos gilipollas".
#13 Comentario por antgargon