Las elecciones en Italia envían mensajes muy interesantes al resto de Europa, una situación que puede repetirse en otros países.
El primero fue la abstención, el segundo un NO rotundo a los designios de la UE, ya que Monti, apenas superó el 10% de los votos, un evidente rechazo a las políticas de recortes que no solo quitan derechos sociales sino que imponen una recesión en todos los países donde se aplican.
La entrada de Beppe Grillo en la política es otro aviso muy serio a los políticos tradicionales y un llamado a los partidos para una urgente regeneración de su gente y una afirmación seria sobre sus ideas.
La remontada de última hora de Silvio Berlusconi es otro dato claro de un treinta y uno por ciento de los italianos están por el "salvase quien sea y como sea", no importan los medios sino el triunfo, al fin y al cabo Berlusconi es un hombre que vive la vida sin reparos morales y disfruta de los placeres de la vida y es por lo tanto un ídolo para muchos, que quisieran vivir como él. Es el ejemplo clásico del sueño americano, versión italiana, un hombre que se hizo a si mismo y alcanzó el éxito económico y social.
Ni siquiera la izquierda que era la alternativa ganadora, pudo destacar, ya que apenas superó a Berlusconi, y sola, no puede gobernar, lo que da un panorama difícil en la siempre complicada Italia.
Hace unos días en Bulgaria el pueblo tumbó un gobierno por los benditos recortes y las asfixiantes medidas que se adoptaron en ese país, este tipo de medidas colabora en mucho con el hartazgo de la gente y si a eso le agregamos el desprestigio de los políticos, el populismo tiene mucho futuro y posiblemente aparezcan "otros Berlusconis".
Será mejor que los políticos se pongan las pilas, limpien sus partidos de personajes podridos, renueven sus ideas. Al menos, así lo veo yo.
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