miércoles, 27 de febrero de 2013

Las cosas no pintan bien para la UE.

   Si vemos los números de las elecciones italianas las cosas no pintan nada bien para el futuro de  Europa, si tenemos en cuenta que los votantes del tercer país, está demostrando que no creen en el rumbo de la Unión, un 25% se abstuvo, un 30% votó a la centro izquierda, otro 30% a un mafioso declarado y el resto votó a Grillo, alguien que solo dio un mensaje de bronca y ruptura con los políticos actuales. ¡Muy mala señal!.
   Pero este no es solo el problema que tiene la Unión, es el desencanto de la gente ante políticas contrarias que no están cumpliendo la idea inicial de una Europa solidaria y en paz, y que ve como se fue transformando en la cuna del capitalismo indecente, ve como se frenan las inversiones en servicios sociales y educación y como se estrangula a los "socios con problemas". Si Europa no es capaz de mantener la idea de solidaridad con los países mas empobrecidos y se les exige una reducción en su calidad de vida, haciéndolos retroceder varias décadas, mas de uno se planteará la salida de esta Unión, ya que todos sabemos que las deudas fueron propiciadas por los mismos socios fuertes que ahora se enriquecen a costa de los otros países endeudados. Si el proyecto de la Unión Europea es que haya países prestamistas y otros deudores, da igual que exista, pues ya está el FMI para prestar dinero.    Si las recetas que propone Europa es que paguen los trabajadores las barbaridades hechas por el mundo financiero, entonces cada vez seremos más los que pediremos salirnos de esa sociedad, y nacionalizar la banca y tomar las decisiones por cuenta propia, y devaluar la moneda cuando haga falta o decidir libremente con quien comerciar y dejar de lado muchas leyes y normas europeas que nos están dañando, o que nos obliga a ser todos iguales en la forma de vivir, aunque las condiciones geográficas, la educación y las tradiciones nos sean totalmente ajenas.
   Si todo lo que propone Europa es ahorro del bienestar a costa de recortes sociales que dañaran nuestro futuro, si detienen el crédito para inversiones productivas del trabajo, si intentan reducir los ingresos de los empleados y obreros, si se deja que la globalización del capitalismo salvaje empobrezca las clases obreras, si dejan correr el almanaque para darle tiempo a los bancos prestamistas a recoger cuotas de las deudas, entonces mejor es salirse de esa Unión y seguir aquello de "buey solo bien se lame". Claro que esto no tiene buena prensa y contra esta idea hay cientos de explicaciones contrarias que hablarán de las maravillas de la Unión, pero si "cuando estoy mal no me ayudas, cuando esté bien no te necesito".
 

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