domingo, 12 de enero de 2014

Todos hacemos historia.

   La gente normal cacheteada por la realidad cotidiana que lo obliga a ganarse el pan de cada día, no puede apreciar que es parte de la historia que se está construyendo hoy, para que rinda sus frutos mañana y que la calidad de esos frutos también depende de su esfuerzo. Unos con sus bajezas mundanas, otros poniendo su empeño para lograr un bienestar pasajero, estos con su lucha que a veces se tilda de estupidez o perdida de tiempo, aquellos con sus locuras revolucionarias y otros con su astuta picardía de no hacer nada y aprovecharse del esfuerzo de otros, grandes mayorías obedeciendo a un orden preparado por las religiones y otros poderes engañosos y fraudulentos, poniendo sus penurias en la mano de Dios y otros pataleando furiosos en contra de estos y de Dios...¡de todo hay en la viña del señor!
Unos por ignorancia, vagancia, cobardía, picardía, o todo junto, viven la vida egoista y "a su bola", sin hacer el más el más mínimo esfuerzo por cambiar nada, porque ya aceptaron "que el mundo es así", sin pararse a pensar que el mundo es así pero antes era peor y algo a cambiado para mejor, aunque sea muy poco y que quizás valga la pena que avance otro milimétrico paso con su ayuda.
 Ese tipo de seres humanos, sumisos y conformistas aceptan con indudable realidad que la vida es así y no cambiará, sin embargo, deberían aceptan con la misma realidad, que al morir nos transformamos en otro tipo de energía y que no hay nada más, que les debería bastar y hacer felices el saber que al menos seguimos colaborando con la vida en nuestro nuevo formato de energía, sin embargo aunque todo está bien como está y la vida es lo que es, para el después no lo aceptan y necesitan creer en un más allá, inventado y a la carta, donde todos los buenos valores sean realidad, gracias a un Dios bueno y justo que gobierna un paraíso...¡como Dios manda!
   Y al final, ¡todos somos parte de la historia!, claro que no todos habremos colaborado con la misma intensidad ni valía. Algunos ya lo hicieron con cierta notoriedad, otros millones desde el anonimato se jugaron para que todo mejore y lo poco o lo mucho que hoy nos permite vivir mejor que hace unos siglos atrás, se debe a los que se expusieron para lograrlo. Hicieron historia y la hacen hoy, los que empujan la rueda de la humanidad y lamentablemente, también, los que ponen palos en ellas.
 Por eso sería de valientes plantearse una pregunta y responderse con sinceridad ¿qué función cumplo para el avance de la humanidad?.
 Sería bueno recordar el lema de Amnistia Internacional...

"EL MUNDO PUEDE CAMBIAR, PERO NO LO HARÁ SOLO"

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