sábado, 25 de enero de 2014

Un grave problema de Argentina.

   Como en todo país, hablar de un solo problema es falso, son varios y diversos pero esta vez me gusta escribir sobre un problema que se hizo crónico en Argentina y que por muchos y buenos gobiernos que pueda tener ese país, los mismos ciudadanos no permiten que el país avance, esto que escribo no se puede contrarrestar con ninguna excusa y tengo vivencias personales sobre el tema que valorizan lo que escribo ya que puedo avalarlo con mi vida en aquellos pagos durante treinta años. El problema al que me refiero es la "constante compra de dólares por parte de la población" que muchos justifican como la única defensa contra la inflación, cuando sabemos que es más efectivo invertir en valores como el oro, aún para el pequeño ahorrador que solo pueda comprar una pequeña joya de 18 kilates, e incluso como hacía mi amigo Rafael, que compraba botellas de vino al por mayor cuando podía ahorrar unos pesos, acción que justificaba con una lógica aplastante "siempre tomaré vino porque me gusta y aumenta al año mas que el dólar" este ejemplo simplón, no deja de ser cierto, porque las variantes de ahorro son muchas y dependen de los montos disponibles. El comerciante puede comprar mercancía por adelantado y cargar la inflación en sus ventas. Pero el asalariado, no tiene de donde ahorrar, porque ellos son el último eslabón y esos, no pueden ahorrar (ni allá, ni acá, ni "mascullá"). El miedo genera que la pescadilla se muerda la cola una y otra vez y  muchos ciudadanos que en su vida podrán salir de vacaciones más allá de Córdoba o Mar del Plata, apoyan las campañas de los que "si necesitan enviar dinero fuera del país" y pueden salir de él cuando le vengan las ganas, estos argentinos saben que nunca podrán ir a Europa ni Miami pero compran dólares como si fueran a ir o a especular con la moneda de USA que en pequeñas cantidades deja réditos tan ínfimos que muchas veces no vale la pena tomarse ese trabajo. Esos pequeños ahorradores en dólares multiplicado por millones, valorizan el dólar  y por lógica deprecian el peso al obligar al Banco Central a proveerlos, y lógicamente bajan las reservas y eso devalúa el peso y aumenta la inflación y...la pescadilla gira y gira sobre si misma. Otros se parapetan y disimulan diciendo que los ampara un derecho constitucional y deben poder comprar o vender libremente y el gobierno no debe poner trabas a ello y aunque esto dañe la economía real de un país que necesita cada dólar para pagos y compras del exterior, para no caer otra vez en las garras de los prestamistas internacionales a los que siempre les convendrá una Argentina dependiente. Este hábito argentino de comprar dólares "a lo tonto", hace feliz a los "usaboys", que aunque emitan y emitan saben que Latino-américa y sus miedos le darán valor a su divisa comprando y comprando aunque no lo necesiten. Podría dar muchos ejemplos de esta locura de comprar dólares para salvarse de la inflación, cierta o futura, conozco una empleada de una empresa multinacional que gana "un sueldito", que sabe conque nunca podrá salir de la Argentina porque sus ingresos apenas le alcanzan para vivir dignamente, por lo tanto su vida transcurre en pesos y forzosamente dentro del país, pero apenas cobra su sueldo corre a comprar dólares, para ir vendiéndolos a lo largo del mes, hasta donde llegue su sueldo que a veces no le alcanza para quince días.
Argentina viene luchando denodamente en los últimos años por pagar las deudas externas que considera justas, y han logrado eliminar a acreedores buitres que se habían aprovechado de la corrupción de los gobernantes para hacer figurar como préstamo al país, sumas siderales que nunca llegaron al país, por lo tanto están pagando grandes sumas en dólares de la deuda "justa", porque aunque muchos quieran decir lo contrario "es mentira que Argentina no le pagó a nadie", pero si pagó y paga las deudas reales. Argentina está llena de gente con mucho miedo a perder y la gente compone a un país, el miedo a perder siempre frenará el objetivo de ganar.
 Esta desconfianza hace que el país no pueda progresar, ¿si los argentinos no confían en su moneda y en sus gobiernos quien va a confiar?
 Sin embargo en épocas de inflación la actividad comercial explota positivamente, mucha gente, los que no tienen miedo ni sueñan con acumular ahorros en dólares, pero que saben que la moneda vale poco, la gasta rápidamente y se llenan los restaurantes, los comercios, los lugares de turismo, las compras de electrodomésticos y todo se mueve enloquecidamente hacia la principal base del capitalismo, "el consumo" y la rápida circulación de la moneda.
 La otra parte ámorraca dólares esperando la debacle nacional y que a ellos los pille protegidos por los billetes verdes. Es como el cuento de la cigarra y la hormiga, todo muy discutible, pero unos viven y ayudan al consumo nacional, los otros ni viven ni ayudan...pero, cuidado que puede aparecer otro Menem y poner el cambio uno a uno, y sacarle a los argentinos ahorradores todos los verdes que tienen guardados...ya pasó, ¿por que no puede volver a pasar?, si cualquiera sabe que hay muchos miles de millones guardados en manos de argentinos comunes y corrientes.

1 comentario:

  1. El Grupo Telefé es una de las sociedades de medios que deberá presentar un plan de adecuación ante la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) antes del 7 de diciembre. En los últimos días, desde el Grupo Clarín se han cuestionado principalmente dos aspectos de esta empresa: su presunta vinculación con una prestadora de servicios públicos como Telefónica de Argentina y el hecho de depender de un grupo inversor extranjero como Telefónica de España, dos cosas prohibidas por la Ley de Medios. En esta entrevista con Crónica, el gerente de Relaciones Institucionales de Telefé, Heber Martínez, aclara las dudas sobre la situación del grupo. “Vamos a desinvertir”, asegura, sobre el exceso en el que incurre Telefé al tope del 35% de población alcanzada por su cobertura.

    -Se le imputa a Telefé el hecho de su vínculo con una empresa de servicios públicos y con Telefónica de España. ¿Cuál es la postura de la empresa al respecto?
    -No tenemos ningún tipo de vínculo con Telefónica de Argentina en los términos que dice la ley. El segundo punto, relacionado con la nacionalidad: Telefé es de Telefónica de España.

    Nuestros principales accionistas son Enfisur y Atlántida Comunicaciones, si llegás más arriba llegás a una empresa que se llama Telefónica pero se podría llamar España S.A., ahí es el segundo punto de discusión, de si una empresa española puede o no tener medios en la Argentina. Esto es algo que ha sido discutido durante años con distintas legislaciones, como la ley de bienes culturales, que es la ley que establece que todas aquellas empresas de medios que hayan comprado con anterioridad a esa ley no estaban alcanzados por esa limitación.

    -¿Sobre la cobertura de población Telefé está excedido a los términos de la ley?
    -El artículo 45 de la ley, que es el que se refiere a la multiplicidad de licencias, tiene dos partes: la primera está relacionada con la cantidad de licencias que puede tener un grupo inversor, una sociedad de medios, que son 10. En el Grupo Telefé somos 9 canales de televisión abierta. Pero sí tenemos un exceso en lo que es cobertura, que es la segunda parte del artículo, que dice que la cobertura no puede ser más del 35% de la población.

    -¿Tuvieron que presentar un plan de adecuación?
    -Ante las distintas conversaciones y presentaciones de documentación surgió este punto, en el que la Afsca vio un exceso. Como somos respetuosos de las normas de los países donde operamos, seguiremos un proceso de adecuación a la ley y vamos a desinvertir. Las leyes están para cumplirlas.

    -¿Lo van a presentar antes del 7 de diciembre?
    -Por supuesto. Con la Afsca ya hubo distintos intercambios de documentación, estamos siguiendo todos los pasos formales que establece la ley de procedimientos administrativos para llegar al 7 de diciembre con un plan presentado.

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